Polideportivo

No hay quinto malo

  • García Bragado, Fernández Guzmán y María Peláez entrarán tras la cita en el selecto grupo de atletas 'pentaolímpicos'

Cuando debutaron en los Juegos de Barcelona 92, el marchador Jesús Ángel García Bragado, la nadadora María Peláez y la tiradora María del Pilar Fernández Julián eran aprendices que miraban con ojos curiosos toda la parafernalia olímpica.

Dieciséis años más tarde, son los más experimentados de los casi 300 atletas que componen la expedición española y han llegado a Pekín para entrar en el selecto grupo de los pentaolímpicos.

Con 45 años, Fernández Julián es la experta más veterana de los españoles. Pese a su presencia en cinco juegos pero no quiere que la aventura se acabe. "Si puedo estaré en unos sextos", asegura.

Aunque ha pasado el tiempo, la tiradora no olvida Barcelona 92 ya que fueron mis mejores Juegos y para mi era descubrir un mundo con el que soñaba. Hacía apenas un año que era internacional y me vi allí en medio de ese evento tan grande...", recuerda la atleta, que logró entonces un sexto puesto.

Fernández asegura que la ilusión es la misma, que no ha disminuido ni un ápice. "A ver si a la quinta va la vencida", afirma la tiradora que dice no haber perdido "ni una gota" de la ilusión con la que llegó a Barcelona.

García Bragado iba a cumplir 23 primaveras por aquel entonces y todavía no sospechaba que al año siguiente lograría su principal éxito deportivo, el oro en los 50 kilómetros marcha del Mundial de Stuttgart.

Ahora tiene 38 años y espera en Pekín romper el maleficio que tiene con los Juegos y, en general, con los años pares. En Atenas fue quinto, pero antes nunca había completado grandes actuaciones olímpicas, lo que contrasta con su buen rendimiento en otras citas, como los Mundiales, que se celebran en años impares. Fue segundo en 1997 y en 2001 y quinto en 1995. A Pekín estuvo a punto de no asistir a causa de un problema en la cadera, pero finalmente se recuperó y decidió acudir .

La nadadora María Peláez era la deportista española más joven de las que participaban en Barcelona 92, donde aterrizó cuando todavía no había cumplido los quince años.

"Miraba a mi alrededor y veía a mis ídolos, con los que, en teoría, no tendría que estar por edad, fue muy emocionante", asegura ahora la nadadora malagueña, que tampoco ha olvidado "la emoción del desfile, de la gente que nos animaba cuando íbamos de la Villa a la piscina". "Ni siquiera había visto los Juegos de Seúl, no entendía la magnitud del evento", dice.

Peláez, campeona de Europa de 200 mariposa en 1997, afirma que ahora le impresionan más estar en unos Juegos ya que "ahora sé donde estoy, entiendo más la importancia de lo que me rodea y comprendo que estoy en el evento más importante que hay", dice.

"Hay que esperar cuatro años para estar en unos Juegos, trabajar duro sin ni siquiera saber si te vas a clasificar", afirma.

Los tres pentaolímpicos tienen por delante el ejemplo del waterpolista Manuel Estiarte y del jinete Luis Alvarez de Cervera, que estuvieron en seis Juegos.

De momento, con sus cinco Juegos han entrado en el selecto grupo de los pentaolímpicos en el que están el atleta Carlos Sala, el esgrimista Antonio García Hernández, los waterpolistas Jordi Sans y Salvador Gómez, la tenista Arantxa Sánchez Vicario, los tiradores Jorge González, Eladio Vallvui y Juan Seguí, el regatista José Luis Doreste y el esquiador Juan Jesús Gutiérrez.

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