La temporada ha terminado para Óscar Rubio a no ser que el Cádiz caiga en la eliminatoria con otro campeón y se vea abocado a continuar en la pugna por el ascenso a lo largo del mes de junio. El entrenador del conjunto amarillo, Claudio Barragán, señalaba ayer que el lateral derecho no llegará al partido de ida del primer cruce y tampoco estará disponible para el de vuelta. "No va a llegar para ninguno de los dos partidos, si acaso ojalá pueda jugar los encuentros para ver quién es campeón de Segunda B" -los de los ascendidos en las eliminatorias entre los primeros-.

El futbolista trabaja a contrarreloj desde que sufrió una rotura en un gemelo en el calentamiento previo al choque contra el Lucena disputado el pasado 18 de abril, pero el esfuerzo no resulta suficiente porque llegará a tiempo. En los entrenamientos de las últimas semanas trabaja sobre el césped con el recuperador físico. Se va recuperando poco a poco, aunque le falta tiempo para poder jugar los primeros partidos decisivos.

La ausencia del único lateral derecho que hay en la plantilla no pilla por sorpresa al cuerpo técnico, que en principio dispone de un par de opciones para cubrir ese hueco. La primera, y la más lógica visto el desarrollo del curso, es la de ubicar a Mantecón en el costado derecho de la defensa. El centrocampista ha jugado esta temporada más veces en esa posición que en la medular. Claudio, a su llegada al banquillo, apostó por el madrileño para ese puesto en la primera lesión del ilerdense a finales del pasado año -sufrió un desgarro muscular-. La segunda pasa por colocar a Andrés Sánchez y que Tomás ocupe del lateral izquierdo, como sucedió en la reciente visita al Córdoba B.