El estreno del tenista profesional portuense Riki Ojeda en Wimbledon no fue tan exitoso como su debut en el torneo de Roland Garros de la presente temporada. Si en la cita parisina del Grand Slam consiguió superar la primera ronda de la fase previa al derrotar al surcoreano Duckhee Lee para luego caer en la segunda a manos del estadounidense Denis Kudla, sobre la hierba londinense no pudo repetir la historia ya que terminó cayendo ayer en el primer encuentro del cuadro de calificación, en el que estaba obligado a ganar tres choques consecutivos para hacerse con la soñada y casi imposible plaza en el cuadro final. Su verdugo fue el taiwanés Ti Chen, un jugador más experimentado que él.

El asiático, que en la actualidad ocupa el puesto nº 275 del ranking de la ATP tras haber perdido una elevada cantidad de posiciones en las últimas semanas, se impuso en tres sets (7-6, 3-6 y 6-2) a un rival que se halla ubicado ahora mismo en el lugar nº 229 de esa clasificación mundial tras haber alcanzado el tope de su carrera el mes de abril de este año con el nº 221.

El partido, que tuvo una duración de una hora y 54 minutos, arrancó con una manga de enorme igualdad en la que ambos mantuvieron inmaculados sus servicios, algo nada extraño en este tipo de superficie. No hubo ninguna bola de rotura de saque, por lo que todo desembocó en un tie-break que se adjudicó el taiwanés por un apretado 7-5.

Varió la tónica en el segundo set gracias a que Ojeda aprovechó el primer break point de la contienda para quebrar el saque de Chen en el segundo juego. El tenista de El Puerto supo mantener su servicio sin problemas hasta que con 5-3 a su favor se vio por detrás con 0-40. En ese momento se produjo una magnífica reacción que permitió al español alinear cinco puntos sin interrupción, lo que facilitó que forzara el tercer set.

La dinámica inicial de la tercera y definitiva manga resultó idéntica a la de la anterior, pero con los papeles de los protagonistas cambiados. Chen rompió el saque de su adversario en el segundo juego y Ojeda ya fue incapaz de recuperar el terreno perdido. Es más, con el portuense al filo del alambre, el jugador de Taiwán no aguardó a poner el broche con su saque sino que lo hizo partiendo de nuevo el de un Riki Ojeda que cometió una doble falta en el último punto.

Ojeda, cuyo estilo de juego no es el más apropiado para la hierba, tuvo un comportamiento más que digno. Dos datos estadísticos revelan que Chen se adapta mejor a esta superficie. Obtuvo 11 aces por cinco del andaluz, quien solo protagonizó dos subidas a la red, ambas ganadas, por 15 de su rival.