José Pérez Herrera tuvo que hacer frente ayer a una rueda de prensa, previa al encuentro de mañana contra el Extremadura, que ha rebasado la frontera de lo que corresponde a un entrenador, si bien al técnico no le quedó otra que asumir galones más allá de la parcela deportiva y tratar de poner lógica a la complicada situación que vive el San Fernando Club Deportivo.

El preparador del conjunto azulino admitió que "la situación límite en la que estamos no puede pasarse por alto, porque la incertidumbre afecta al estado anímico de los jugadores", si bien seguidamente apeló a la tranquilidad empezando por la masa social del club. "Pido calma a la afición porque la afición se lo merece. Si algo tenemos claro es que seguiremos peleando con este grupo de profesionales que lo darán todo en el campo del Extremadura y en los siguientes compromisos".

Del mismo modo Pérez Herrera entendía que, llegado a este punto de estar sin presidente y con la cúpula de la entidad bajo mínimos, "creo que es momento de que la unión pase a términos generales: desde la afición hasta el grupo de dirigentes que venga", añadiendo como deseo que los encargados de llevar las riendas del club lo hagan "de la manera más clara, que sean gente capacitada y con ganas de trabajar para conseguir el objetivo de la permanencia".

El técnico reconoció que las malas noticias no han cesado durante muchas semanas y que es difícil trabajar de esa manera. "Los capítulos son continuos y precipitados, y en un día puede haber tres diferentes: por la mañana te encuentras uno, por la tarde otro y cuando acabas de entrenar miras y todo es distinto, porque todo lo anterior queda en el olvido. Esto es imposible que no te distraiga por momentos, aunque intentamos seguir nuestra línea de trabajo y que nada nos despiste", recalcaba Pérez Herrera.