El Barcelona se jugará hoy buena parte de sus opciones de acabar primero de grupo ante el vigente campeón de Europa, el Panathinaikos de Jasikevicius, al que deberá ganar por más de 10 puntos para arrebatarle la primera plaza.

El base lituano regresará al Palau Blaugrana que tanto lo idolatra por segunda vez desde que abandonara el club catalán en 2003 para fichar por el Maccabi. Con el conjunto israelí regresó al Palau la temporada 2005-06, y lo hizo con derrota, ya que el Maccabi perdió aquel partido de la fase regular (81-79), aunque acabó ganando la Euroliga por segundo año consecutivo (tercero para Saras al haber conquistado el título con el Barça dos ediciones antes).

Tras su decepcionante aventura en la NBA -donde ha pasado sin pena ni gloria las dos últimas campañas- Jasikevicius ha regresado al baloncesto europeo de la mano del gigante heleno, con el objetivo de seguir engordando su palmarés con la cuarta Euroliga.

De momento, el Panathinaikos camina con determinación en busca de ese objetivo y lidera el Grupo C con nueve victorias y una derrota. El Barça, con un balance de 8-2, intentará superar el basket-average -los griegos vencieron en Atenas por 76-66- para adelantarles en la clasificación.

Para ganar al Panathinaikos, los de Dusko Ivanovic cuentan con la baza de jugar en el Palau, que esta temporada se ha convertido en un feudo inexpugnable en los 13 partidos disputados (ocho de ACB y cinco de Euroliga).

La solidez del Barça en su pista y el buen momento ofensivo por el que atraviesan algunos de sus hombres, como el base Lakovic o el pívot Kasun, que ha aumentado significativamente sus prestaciones dentro de la pintura en la máxima competición continental, deberían ser ingredientes suficientes para, por lo menos, ponerle las cosas muy difíciles al vigente campeón del torneo.

El entrenador del Panathinaikos, Zelko Obradovic, ha definido el duelo como una "batalla muy importante" entre dos grandes equipos europeos. "Nos enfrentamos a un conjunto muy serio, con mucha calidad", advierte.