Yuzuru Hanyu acarrea consigo una extraña tradición: ser el único capaz de hacer que lluevan a su paso Winnie the Pooh. Una habitual muestra de afecto hacia el patinador japonés, que viaja siempre acompañado de sus peluches favoritos, que se repitió en Gangneung.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios