Cuando parecía que el Portuense iba a arañar un punto del Sánchez Menor en un encuentro inmaculado de los de Alberto Ferri, apareció el pichichi de la categoría, Tariq, para desbaratar las ilusiones gaditanas e impedir que los del Puerto regresaran a casa con botín. Los rojillos ofrecieron en Puertollano una nueva lección de profesionalidad, exprimiéndose hasta el último suspiro y plantando cara a uno de los gallitos. Teniendo en cuenta la apurada situación económica que atraviesa la plantilla, sólo queda que elogiar el esfuerzo de los rojillos.

El encuentro comenzó con un Racing bien plantado sobre el terreno de juego, esperando atrás su oportunidad de dar el primer zarpazo ante un Puertollano que intentó llevar el dominio desde el principio, pero al que le faltó claridad para hacerse dueño del partido. La táctica conservadora de Alberto Ferri le complicó mucho las cosas al equipo minero, al que le costó mucho encontrar la manera de romper su muralla defensiva. La primera ocasión de peligro fue para los gaditanos, cuando Zanotti (7') ensayó un lanzamiento a puerta en un libre directo, marchándose el esférico a escasos centímetros del palo izquierdo del portal de Calleja.

La réplica de los industriales tardó en llegar y fue en un inocente remate de Arias (18'), a centro de Álvaro Valdés. El Puertollano se estaba acercando con más intención que en los primeros instantes, con chispa y velocidad poniendo en apuros a la zaga gaditana. La defensa sufrió con las internadas de Álvaro Valdés, el hombre más activo de los azulones en el primer tiempo. El centrocampista estuvo a punto de sorprender al portero del Portuense con un centro chut que despejó el leonés como buenamente pudo.

Las mejores oportunidades del Puertollano corrieron a cargo de Tariq, pichichi de la categoría y muy bien vigilado por los centrales del Portuense en el primer acto. Pero, en sólo un minuto de despiste, el atacante minero dispuso de dos inmejorables ocasiones para adelantar a los suyos. En el minuto 29 remató con la zurda un centro de Valdés y puso en serios aprietos a Taranilla, y un minuto después estrelló el balón en el palo tras un buen disparo.

Fue lo mejor de una primera parte de poco fútbol en la que el Puertollano lo intentó con pocos argumentos ante un Portuense muy bien cerrado y que esperó sin suerte su oportunidad de contragople.

Tras el descanso no cambió mucho el decorado: es decir el Puertollano tuvo el balón y las oportunidades, mientras que el Portuense se mantuvo encerrado en su campo, estrategia que acentuó hasta el final del partido. Los andaluces, en un contragolpe muy peligroso, estuvieron cerca de adelantarse. Corría el minuto 57 cuando Abel, en un despiste de la zaga, se plantó solo ante Calleja que evitó el gol. Los locales, a medida que avanzaba el cronómetro, fueron poniéndose más nerviosos, al ser incapaces de romper el entramado defensivo del Portuense. Así acabaron los industriales apelando a Tariq, única solución para llevarse algo positivo. El delantero avisó en el minuto 65 con un remate de cabeza tras saque de esquina y cinco minutos después con un disparo de falta que repelió Manu Taranilla.

El Racing con el tiempo a favor iba creciéndose a la hora de guardar su portería. Todo parecía encaminarse hacia el 0-0, pero Tariq, héroe local, apreció cuando casi no se le esperaba. En el minuto 85 el delantero aprovechó una asistencia medida de Álvaro Valdés para cabecear a gol. Restaban cinco minutos y los de Ferri no tuvieron otra que arrojar la toalla.