El tenista español Rafa Nadal festejará, el 18 de agosto, día posterior a la final del torneo de tenis de los Juegos Olímpicos de Pekín, su condición de nuevo número uno del ranking ATP, con lo que pondrá fin al reinado del suizo Roger Federer.

Su eliminación en semifinales del Masters Series de Cincinnati ante el serbio Novak Djokovic por 1-6 y 5-7, en un partido que duró una hora y 25 minutos, ha supuesto un pequeño retraso hasta hacerse con un cetro que durante cuatro años ha tenido un único dueño.

Nadal se convertirá en el tercer español, tras Juan Carlos Ferrero (2003) y Carlos Moyá (1999), en ostentar la condición de mejor tenista.

De haber ganado en Cincinatti, el tenista balear hubiese ascendido al trono hoy mismo, pero el aplazamiento no le "importa" al manacorí. "Me siento feliz porque con toda seguridad voy a ser el número uno. Es una recompensa a un trabajo duro a largo plazo. Pero no hay tiempo para estar emocionado y disfrutar", advirtió Nadal, cuyos objetivos se centran ahora en los próximos Juegos de Pekín y en el Abierto de Estados Unidos.

Nadal reconoció que "el cansancio" acumulado le pasó factura durante su partido ante Novak Djokovic, tercer cabeza de serie y convertido también en aspirante a número uno del ranking.

"Probablemente, a lo largo del torneo no he estado al cien por cien", declaró Nadal. Fue su primera derrota tras casi tres meses de victorias consecutivas (la última vez que perdió fue el 7 de mayo, cuando cayó contra Juan Carlos Ferrero en el Master Series de Roma).

Para Nadal, el balance de este verano está siendo "casi perfecto". "Estoy feliz porque he jugado mi mejor temporada de verano", aseguró el balear.

Sobre Djokovic aseguró que jugó de un modo "increíble" durante el primer set y que se marcha con "buenas sensaciones".

Para el serbio, la victoria ante Rafa Nadal demuestra "que nadie es imbatible", aunque confesó que como que estaba jugando el español "nadie podía pensar que fuese a perder".