La competencia de dos se prepara para su capítulo final, el último eslabón en la cadena hacia el éxito para los dos gigantes del fútbol español: Barcelona y Real Madrid ya palpitan su semana en busca del título de la Liga.
Tanto los azulgrana como los blancos cumplieron en su penúltimo partido del campeonato y consiguieron sendas victorias. El Barcelona derrotó el sábado por 2-3 al Sevilla en el Sánchez Pizjuán, mientras que el Real Madrid goleó a la misma hora por 5-1 al Athletic de Bilbao.
El conjunto dirigido por Josep Guardiola logró mantener la ventaja de un punto respecto a su inmediato perseguidor. Sostuvo la diferencia estadística en los dos triunfos contra su máximo rival y, pese a los altibajos en la temporada, alcanzó cifras incluso mejores que en el primer ciclo.
"No nos sentimos campeones porque no lo somos aún. Además, sería menospreciar a nuestro próximo rival", explicó el entrenador del Barcelona en rueda de prensa.
Una Liga de dos
La liga expone una hegemonía compartida que casi ridiculiza al resto de los equipos: el Real Madrid, escolta del líder, le lleva 27 puntos de diferencia al Valencia, tercer clasificado.
"Que el Barcelona celebre lo que quiera. Nosotros sabemos que aún queda una jornada y, pese a que es muy difícil, en la última jornada puede pasar cualquier cosa. No hay que bajar los brazos", advirtió Manuel Pellegrini en un arresto de impulso anímico para los suyos.
El Barcelona sostuvo la sombra del Real Madrid con altura durante las últimas cuatro jornadas (ganó todos los partidos) e incluso se llevó triunfos trascendentales de visitante, como contra el Villarreal o el Sevilla.
Incluso, el defensor del título acompañó su estabilidad futbolística con una respuesta física notable. Desde los primeros días de marzo hasta la actualidad disputó 19 partidos y acumuló ocho semanas consecutivas jugando un encuentro cada cuatro días. Aun así, las únicas bajas sensibles en el primer equipo fueron las de Andrés Iniesta y Eric Abidal.
Un final ideal para el Barça
El Barcelona dispondrá de una semana completa para preparar su último partido de la Liga. Encima, la posibilidad de enfrentar a un Valladolid demasiado comprometido con el descenso le aplicará un plus de confianza para el duelo.
"Todos hubiéramos firmado este final antes de empezar la temporada. Ahora tendremos la oportunidad de definir la Liga en casa, que es el deseo de cualquier futbolista", se ilusionó Xavi Hernández después de la victoria contra el Sevilla.
Por su parte, el Real Madrid cumplió con su goleada al Athletic pero quedó con un sabor amargo, respecto a lo sucedido en el Sánchez Pizjuán. El equipo de la capital española comenzó a digerir la frustración, ya que las posibilidades de que el Barcelona pierda puntos en casa en la última jornada son escasas.
"Con menos puntos en otros años, ya seríamos campeones desde hace tiempo. Nosotros no perdemos la ilusión y confiamos en lo que pueda hacer el Valladolid. Pero está difícil", reconoció Esteban Granero.
El Real Madrid, que desde hace tres meses afrontó la liga como su única posibilidad de título, cayó en sus dos choques contra el Barcelona y así fue incapaz de superar a los catalanes.
Los blancos disputarán la última jornada contra el Málaga, otro de los equipos que luchará por la permanencia, en un encuentro a vida o muerte para ambos.
El proyecto galáctico del presidente Florentino Pérez puede sufrir su último revés a lo largo del año, y figuras como la del entrenador Pellegrini podrán aparecer como chivos expiatorios de la probable sequía de títulos.
La temporada del fútbol español llega a su final y los dos equipos más poderosos se juegan su última oportunidad de levantar un trofeo. Queda una semana para las dos finales, y luego se conocerá al rey de la Liga de dos.
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