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Arte

‘Crush’: del enamoramiento como actitud ante la vida

  • El cordobés Little se pasa a los grandes formatos en una exposición que acoge la sevillana Di Gallery y en la que el creador consolida el camino iniciado con la cerámica

  • Little: la emoción está garantizada

Las bolsas de tela que Little recrea en cerámica.

Las bolsas de tela que Little recrea en cerámica. / D. S.

Pablo Rodríguez, Little (Córdoba, 1989) se siente ahora deslumbrado por la belleza que reserva el mundo, atraviesa un "momento vital muy enamoradizo". El artista ha titulado su nueva exposición –en la sevillana Di GalleryCrush, la expresión con la que ahora se definen los flechazos, y celebra en ella ese embelesamiento constante, su ánimo receptivo. "Me parecía muy bonito lo de fascinarse por alguien o por algo, y empecé a darle vueltas al tema y a ampliar el significado del término. También te enamoras cuando bailas una canción con los amigos, cuando hablas por teléfono con alguien a quien tienes cariño. Entiendo el crush como la capacidad para dejarse llevar, para fluir", explica el creador.

En la muestra, que puede verse en la galería de la calle Muro de los Navarros hasta el 27 de este mes, este artista que se describe a sí mismo como "un adulto pequeño o un niño grande" conserva ese entusiasmo por la vida propio de los primeros años. No es casual que sobre el anaquel que recrea Hogar 2, una de las piezas que expone, asome un libro de Gloria Fuertes. "Ella es mi primer recuerdo literario y la sigo teniendo presente", asegura Little. "Ahora se reivindica su obra, pero me da pena que en su momento no fuera entendida, porque salía en la tele y hacía lo que no se esperaba de una autora seria", lamenta, antes de trazar un paralelismo entre la trayectoria de esa rara avis de las letras españolas y la suya. "Yo tampoco tengo una carrera al uso. Trabajo en publicidad, colaboro con medios, hago cerámica. Voy a mi bola y me gusta jugar, como le pasaba a Gloria Fuertes. Para mí, tiene que prevalecer el juego sobre todo lo demás. Hasta el punto de que el día antes de la inauguración, cuando ya lo teníamos todo montado, pensé: No sé si me voy a dedicar al arte toda mi vida o seré escaparatista del Imaginarium", recuerda entre risas.

Uno de los patinetes de Little. Uno de los patinetes de Little.

Uno de los patinetes de Little. / D. S.

Pese a esa apariencia amable y esperanzada que caracteriza el universo de Little, Crush no oculta el reverso del enamoramiento. "También hablo de las consecuencias de la fascinación, porque estar dispuesto a sentir conlleva el riesgo de acabar decepcionado. La emoción de enamorarse fugazmente puede derivar en la pérdida, el dolor, la nostalgia... En mis dibujos aparecen el choque, la colisión, el encuentro, pero también el desencuentro".

En Crush, esa apuesta por el juego no está reñida con la voluntad de crecer como artista: el autor se pasa a las grandes dimensiones y tantea otros registros. "Siempre he dibujado en papel, y en pequeñito,  pero aprender a hacer cerámica me ha permitido otras vías de expresión. En un principio sólo me atrevía con piezas modestas, pero ya siento que he encontrado una herramienta para llevar el dibujo a otros formatos", analiza. La obra Solo quiero, una instalación en que dos jarrones alargan sus brazos hasta encontrarse, refleja esa seguridad que ha ido ganando Little en este sentido. "Es la primera vez que traduzco un dibujo mío con mi grafismo y mi pulsión a la cerámica, la primera vez que conectan de ese modo los dos lenguajes. Lo percibo como un comienzo de todo lo que quiero hacer ahora: trabajar los volúmenes, llevar los dibujos a las tres dimensiones", confiesa.

La obra 'Sólo quiero'. La obra 'Sólo quiero'.

La obra 'Sólo quiero'. / Little

Little acuña de nuevo esos mensajes inspiradores que frecuentan sus dibujos y también aparecían en su libro Eres mi persona favorita. Aquí se repite una consigna: Me tengo. "En los últimos tiempos he vivido muchos cambios a nivel personal, y cuando realmente me he sentido yo es cuando me sentaba a dibujar. Cuando terminaba, me decía: Porque yo sé que, si me invoco, me tengo. El dibujo es el ritual que me ayuda a encontrarme, pero incluso desde antes de dedicarme a esto profesionalmente. Cuando niño, de adolescente, en la universidad... si me pasaban cosas que no entendía o que me hacían sufrir, yo tenía ahí un ejercicio que me reconciliaba con todo".

Little. Little.

Little. / D. S.

Little coloca algunas de sus cerámicas sobre un balancín. "Siempre he dibujado subibajas y quería que fueran parte del espacio. He pensado mucho cómo presentar las obras. Hay muchas primeras veces en esta muestra: casi todos los dibujos son en acrílico, he cambiado el tipo de papel, me he planteado otros desafíos", dice sobre un conjunto en el que destacan las reproducciones en cerámica de patinetes o de bolsas de tela. "Las bolsas me dieron un montón de errores, hasta el último horno no di con la tecla y las pruebas anteriores fueron una sucesión de desastres, hasta provoqué un pequeño incendio...  Estuve a punto de descartarlas, pero hoy, felizmente, están todas vendidas". No es la única satisfacción que le ha dado Crush: "Si visitas la exposición todo está en orden, pero la producción ha sido muy a ciegas, un aprendizaje continuo. Ha salido bien: he notado el reconocimiento de los compañeros, una nueva valoración. Y he acabado agotado", pero, admite mientras se abre paso en su rostro una sonrisa, "ya quiero más mambo. Me temo que no tengo remedio".    

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