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Gaiman para niños

Una ilustración del libro.

Una ilustración del libro.

Publicado originalmente en 1997 por White Wolf Publishing, El día que cambié a mi papá por dos peces de colores fue el primer libro para niños de uno de los dúos creativos más fructíferos y sobresalientes de nuestro tiempo, el escritor Neil Gaiman y el ilustrador Dave McKean. Astiberri ya presumía en su catálogo de otros dos álbumes infantiles de la pareja (Los lobos de la pared y Cabello loco), además de su brillante novela gráfica Señal y ruido (Premio Eisner 1993 al mejor álbum), e incorpora ahora esta traducción de El día que cambié a mi papá…, que reproduce la edición posterior de la editorial Harper, esto es, incluye una nueva cubierta (y sobrecubierta) pintada por McKean y un interesante epílogo de Gaiman, fechado en 2003.

Tal como explica el autor de Sandman y American Gods en dicho epílogo: "Este libro empezó así: Mi hijo, que se llama Michael o Mike ahora, pero que entonces era Mickey, estaba enfadado conmigo. Yo había dicho una de esas cosas que dicen los padres como: ¿No es hora de que esté ya acostado?, y él me había mirado, furioso, y me había dicho: ¡Ojalá no tuviese padre! Ojalá tuviese…, y entonces se detuvo y pensó, intentando encontrar algo que se pudiera tener en vez de un padre. Finalmente dijo: ¡Ojalá tuviese un pez de colores! Y se fue a la cama dando grandes zancadas. La idea me dejó pasmado. Claro que uno debería cambiar a su padre por unos peces de colores. Parecía algo muy sensato. Escribí el primer par de frases en mi ordenador y me quedé un poco dubitativo de cómo seguir, así que lo dejé e hice otras cosas". Varios años después, Gaiman terminó el libro y se lo dio a McKean para que hiciese su magia habitual. En palabras de Catherine Romat: "McKean llegó con sus pinceles, sus tijeras y su cola de tubo. Rascó, recortó, embadurnó páginas y páginas. Pegó trozos de periódicos, fotos de zanahorias o de sellos de correos. Y luego, a fuerza de manipulaciones, la historia divertida y enredada del principio apareció claramente como un palimpsesto lleno de poesía". No se puede expresar mejor.

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