Carnaval

Hasta el tiempo se sumó a un Carnaval en el que destacó la normalidad

  • El sistema de venta de entradas para el concurso acaba con la reventa y se consolida · Quedan por solventar las lagunas del reglamento del Falla y potenciar el transporte público

Al día siguiente del Domingo de Piñata y a menos de un año para el próximo Carnaval, que se celebrará del 12 al 21 de febrero de 2010, es el momento de realizar un balance del que acaba de terminar, incluyendo también el del concurso de agrupaciones del Falla, que comenzó el viernes 23 de enero.

El sistema de venta de entradas a través de Unicaja, y después del fiasco del año pasado, ha normalizado la distribución de localidades. La reventa ya es historia, el ambiente en el Teatro es más 'sano' y un mayor número de personas tienen la suerte de disfrutar de una función en el Falla. Queda por mejorar el asesoramiento a los que adquieren las localidades, que en caso de incidencias siguen estando desinformados y no saben a quién acudir.

Se afianza la fórmula de cuatro fases, que dan más aliciente al Concurso. Aunque muchos aficionados pidan más agrupaciones en la final, tres por modalidad es el número ideal para la mayoría. Esto hace que las que se queden a las puertas de la misma tengan también mucho mérito y estén mejor valoradas por la opinión pública. Como cada año desde que se inventó la preselección, ésta vuelve a ser objeto de debate. Es maratoniana y las funciones, quitando a dos o tres cabezas de serie, son plomizas. El elevado número de agrupaciones hace que muchos aficionados pidan que se elimine la puntuación numérica, que tanta controversia ha provocado este año. Conviene revisar de nuevo el reglamento y corregir sus lagunas. ¿Daremos algún día con un reglamento que dure más de dos años? Por otra parte, el número de agrupaciones que pasan a cuartos sigue siendo elevado.

Buen acuerdo por tres años entre Onda Cádiz, Canal Sur y el Patronato del Concurso. Ahora bien, la saturación de imágenes de las agrupaciones a todas horas y a la vez en las dos cadenas ha 'quemado' chistes de popurrís y presentaciones. A ver quién es el guapo que vende un CD, que ya no se vende ni en la cabalgata.

Acertada la decisión de recuperar la elección de la Diosa del Carnaval el viernes por la tarde. Así, la gaditana escogida tiene el privilegio de lucir su nombramiento en la gran final del Concurso de Agrupaciones. Además, separar el acto de la elección de Diosa del pregón era algo demandado desde hace muchos años.

Hay que continuar con la inercia de elegir pregoneros que sientan lo gaditano, aunque estos no participen directamente en la fiesta. Javier Ruibal ofreció un espectáculo trabajado y realizado con cariño. Cuando el público presencia un pregón elaborado, en segundo término quedan otras valoraciones en torno a su calidad. No ha sido el caso del del cantautor portuense, bien acogido en líneas generales.

Loable intención la del Patronato de recuperar la presencia de las mejores agrupaciones del Concurso en la noche del primer sábado, vacía de contenido en los últimos tiempos. De los tres escenarios elegidos, dos superaron la prueba con nota alta. En San Antonio y el Falla se vivieron muy buenos momentos con la copla como protagonista. Por contra, fallida fue la experiencia en la plaza de la Catedral, desde la tarde de ese día convertida en un gran botellón. Nadie, excepto cuatro de la primera fila tras las vallas, escuchaba a los grupos, que se veían obligados a elevar el volumen de sus cantes por encima del murmullo de miles de jóvenes. Convendría mantener el Falla y San Antonio y probar con otra plaza.

Es generalizada la opinión de que ha mejorado este año, sobre todo en la confección de las carrozas. Debe ser el punto de partida para lograr un desfile acorde con la categoría de la fiesta gaditana y de cara a esa gran cabalgata que se proyecta en 2012 con motivo del bicentenario. Acertada también la decisión de que el cortejo acabe en las Puertas de Tierra, evitando así el colapso de tráfico que provocaba la cabalgata finalizando en la plaza de Sevilla.

No se puede hacer nada ante el botellón. Existe y como tal hay que empezar a convivir con él. Hay miles de personas que vienen a eso, a beber y a dar saltos. Pero la experiencia de las galas demuestra que hay un público, masivamente joven en San Antonio, que viene buscando lo que realmente diferencia al Carnaval gaditano de los demás: las coplas. Los tablaos de 'Carnaval a Diario' en plazas durante la semana de martes a viernes siguen funcionando al programarse a horas familiares. Los aficionados, lejos de aglomeraciones, pueden disfrutar gratis y en directo de las mejores agrupaciones del año. Los concursos de las peñas y entidades siguen congregando a mucha gente y ofreciendo calidad. Otro de los atractivos han sido los conciertos de Diego 'El Cigala' y Manuel Carrasco. Artistas de nivel son sinónimo de calidad y respuesta del público. También hay auditorio para estas manifestaciones musicales, aunque no sean muy carnavalescas.

La profusión de grupos callejeros va en aumento año tras año, lo que es una buena noticia para un Carnaval en el que se ven cada vez más grupos oficiales cantando en la calle. El público demanda estas agrupaciones frescas. Eso sí, conviene no caer en el encorsetamiento convocándolas en lugares fijos. Además, una manifestación libre como la del romancero busca ya una preselección para que al Falla no vaya cualquiera. ¿Les suena?

Con el tiempo se demuestra que abrir los carruseles a varios lugares del centro y lejos de la plaza ha sido un gran logro. En la calle caben todos: los 'oficiales' de Ascoga, los 'disidentes' de El Cañón y el 'ilegal' de Frade. Interesante y exitosa aportación de la asociación de vecinos de El Mentidero junto a los coristas de El Cañón: el primer carrusel por el barrio salió redondo. Ya se puede escuchar un tango sin soportar empujones.

Bien en el baldeo de las calles del centro más castigadas por la vorágine carnavalesca, aunque mejorable en la avenida principal, con restos de suciedad de la cabalgata durante dos o tres días después de que por allí transitara el cortejo. La ubicación de un mayor número de urinarios en las zonas de más afluencia de público ha sido bien recibida. Ha contribuido notablemente a que la mayoría de las personas los utilicen, excepción hecha de quienes se empeñan en hacerlo en la vía pública. Los mapas con la ubicación de los urinarios que colocó el Ayuntamiento por diversas zonas ayudó a que los ciudadanos los encontraran fácilmente. En líneas generales, buena la aportación de más y mejores servicios públicos, un lunar en los últimos carnavales.

Trescientas mil personas en una ciudad geográficamente semiaislada es un imposible a la hora de que el tráfico transcurra con normalidad. Lo más que se puede hacer es mitigar de alguna forma la incidencia de tanto coche. Este año, la ciudad ha contado además con el hándicap de las obras del aparcamiento de Canalejas. Se echa en falta que los transportes interurbanos funcionen durante toda la noche.

Aparte del aumento de carteristas, que empezaron a actuar en la noche de la final en los alrededores del Falla, es un 'milagro' que con tanta gente y tanto alcohol los percances sean los propios de las celebraciones festeras de toda España. El buen comportamiento de la mayoría de personas y las actuaciones policiales contribuyen a que no se produzcan desgracias con consecuencias irreparables.

No nos engañemos. Un Carnaval con buen tiempo es recordado en muchos años. El clima de este que acabó ayer ha sido espléndido, como no se recuerda. Con sol en las mañanas y ausencia de agua y viento por las tardes, los protagonistas -las agrupaciones- se entregan más si cabe y el público, más a gusto, recibe las coplas con mayor entusiasmo. Sólo se vieron algunos paraguas ayer, pero duraron muy poco en la calle.

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