Corría el año 1972 y todos estaban convencidos de que para que las Fiestas Típicas continuasen en alza, era fundamental que siguieran surgiendo autores inspirados de letras y músicas para las agrupaciones. Pero lo cierto es que si se puede decir con fundamento que Paco Alba fue todo un maestro, digno sucesor del Tío de la Tiza o Cañamaque, también lo es que por aquel entonces en el panorama joven destacaba un chaval como músico y letrista, alcanzando señalados éxitos con primeros y segundos premios en comparsas. "Es Antoñito Martín García, que con sus 21 primaveras cumplía ese año sus deberes con la Patria". De promesa a consagrada figura del Carnaval como sucesor o heredero del maestro que no como discípulo, ya que ciertamente no trabajó nunca con el gran Paco Alba.

Por cierto, la agrupación de Martín en 1972 'Los aventureros' logró el primer premio.