Coro

Vámonos pal Mentidero

Localidad: Cádiz

Letra y música: Salvador Longobardo Tirado

Dirección: Juan Ocaña Rosendo

el tipo.  Parlamentarios en el Congreso de los Diputados.

las coplas. Un nuevo pleno en sesión de Carnaval. Mentiras por aquí y embustes por allá. El mentidero hecho coro con debates tediosos. Intentan no engañarnos en sus coplas, pero el resultado no convence en un pase que le viene grande. 12 coros son demasiados en cuartos. Aunque mejora la interpretación del grupo en la presentación,  el segundo tango se le  atraganta.  Las letras  no seducen al electorado. En la primera, se transforman en un director de banco gaditano e hijo de una familia adinerada que no soporta que los sintechos duerman en los cajeros o el top manta. Sueñan con una tierra en la que  "se vayan todos ellos y se queden los sinvergüenzas". En la segunda, tratan el problema de Cataluña. Les hablan a los catalanes desde el respeto, pero les piden que se den una vuelta para que sepan "lo que valemos los españoles". Un argumento como para no independizarse. Discursos sin gracia a una diputada gallega que lleva marisco y su muergo  que se pone "como el trabuco de un bandolero" y el rechazo de Kichi a recibir al buque escuela de Alemania.

 

EN PRELIMINARES

las coplas. No van para el barrio del Mentidero. Su particular Mentidero es  el Parlamento, pero el Pleno que celebran es una sesión de Carnaval. Discurso carnavalero, burla, mentira y farsa. Chaquetas azules y rosas. Banderas catalanas, txapelas y algunas rastas. Una idea que no es nueva para denunciar la dinámica del Congreso y la política. Mentiras, mentiras y más mentiras. Ni el repertorio ni el grupo -con problemas de afinación y conjunción- acompañan.  La música del tango de Longobardo es muy reconocible si se compara con sus anteriores composiciones.  Los embustes que cuentan sus señorías se convierten en verdades en la primera letra, de presentación, en el que mezclan su idea de mentirosos profesionales -todos no lo serán, o eso espero- con las verdades poéticas del baño en La Caleta, las piedras o el compás, los elementos de una letra de medida con los que "te traigo un tango y así no quedo por embustero". No mienten con sus intenciones. En el segundo, se acuerdan de Kichi con multitud de símiles entre su dedicación como alcalde y los términos carnavaleros. El teatro ha dictado sentencia, "demuestra en las tablas trimilenarias al pueblo que compró la entrada que no se equivocó", la función, la presentación, los cajonazos... todo para conseguir el primer premio para la ciudad. Pasable. Nombran en el primer cuplé a la rumana de Compañía, cuya espalda comparan con la fama de flojo de los gaditanos -archirrepetida fama-. En el segundo, no hay un dulce como las tortas de Rajoy -sin anestesia-.  Se dirigen a la Nación, pero no la engañan con sus mentiras. 

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