En la decoración de hoy, vamos a mostrar como se puede diseñar una de las azoteas de las casas gaditanas, espacios que hasta hace muy poco, se utilizaban para los lavaderos de la casa y para tender la ropa. Hoy, sin embargo, es uno de los espacios más valorados por los nuevos dueños.

Esta azotea convertida en un maravilloso jardín, pertenece a la paisajista María Medina Muro. María creció en la estética y en el buen gusto que le inculcó su padre arquitecto, Felipe Medina, el cual la inició en la campo del conocimiento de la naturaleza y del espacio.

De todo ello, hizo su carrera y su afición, siendo hoy una de las paisajistas mas renombrada en el panorama nacional. Entre sus diseños de jardines, se encuentra la residencia del rey Don Juan Carlos y del rey Don Felipe o los jardines del Museo Picasso de Málaga.

Sevillana de nacimiento, es una enamorada de Cádiz, de su paisaje urbano , de su mar y de sus gente. Por tal motivo, decidió adquirir una casa en el centro de la ciudad, con una azotea en la que poder lleva a cabo su proyecto de jardín. La propietaria ha realizado todo el planteamiento, desde la pérgola hasta la fuente, el diseño del pavimento o el propio jardín. Para ello, ha tenido en cuenta antes de diseñar los espacios, los vientos de Cádiz, el clima y la orientación de sus extremos, para situar según estos parámetros las plantas, colocando alrededor laureles, naranjos enanos, y flores de temporada como rosas y geranios.

Una escalera interior de madera comunica la vivienda con la azotea, que ocupa una superficie de cien metros, dividida en tres terrazas.

El suelo es de piedra flotante, para que las plantas crezcan desde la tierra, con unos arriates alrededor y rodeada con multitud de especies trepadoras como la glicina, el jazmín o la dama de noche.

En el suelo elevado, en la parte central, se ha colocado una fuente con un pequeño depósito donde se regula el agua, y donde se puede manipular la altura de su chorro.

Toda esta zona, se encuentra cubierta por una gran pérgola, con un círculo abierto en su parte centra, donde durante el día protege del sol y durante la noche se puede ver el cielo y las estrellas.

El espacio es abierto y lo ocupa solo un gran banco y una gran mesa con sillas, la cual se suele utilizar para cenar, gran parte del año, debido a la buena temperatura.

En este maravilloso jardín, a la paisajista le encanta disfrutar de las diferentes luces de Cádiz, dependiendo de los distintos días.

Entre los jardines diseñados por María Medina Muro, se encuentra el de Abengoa en Palmas Altas en Sevilla, realizado en colaboración con el arquitecto Roger o el de la Real Maestranza de Ronda, que fue premiado, al igual que los jardines del Museo Picasso de Málaga. Actualmente, se encuentra colaborando en el Plan Director de la Granja de San Ildefonso, restaurando un jardín del siglo XVII, devolviéndole el esplendor de antaño. Sus diseños de jardines se encuentran repartidos por toda la geografía española, estando entre su clientela, arquitectos, instituciones, escritores o banqueros.

Su sencillez y su discreción quedan plasmada tanto en el diseño de sus jardines como en su vida diaria, donde se la suele ver, muy a primera hora, por las playas gaditanas, disfrutando de los amaneceres.

Todo un lujo para la ciudad de Cádiz, tener una profesional de esta categoría, que debería de ser premiada por participar y enaltecer la recuperación del patrimonio gaditano.