Cádiz

Un inversor apuesta por Pancracio para liderar su expansión internacional

  • Pedro Álvarez, su creador, se mantendrá como jefe de marca y se muestra ilusionado ante la llegada de capital de una firma de lujo

Pedro Álvarez posa con una botella de Vodka Chocolate de Pancracio. Pedro Álvarez posa con una botella de Vodka Chocolate de Pancracio.

Pedro Álvarez posa con una botella de Vodka Chocolate de Pancracio. / julio gonzález

Pancracio, una de las marcas más exclusivas y con mayor potencialidad de Cádiz, va a afrontar en breve una importante expansión en el mercado nacional e internacional, como desde hace tiempo era deseo de su creador y propietario, Pedro Álvarez. Esto va a ser posible gracias a la entrada de capital externo, en concreto de un inversor que va a pasar a controlar el paquete mayoritario de acciones de la sociedad después de que hace unas semanas cristalizaran unas negociaciones con una prestigiosa firma levantina muy reconocida en el mundo del lujo y que ha mostrado un gran interés por Pancracio.

Después de mucho tiempo pensando sobre el futuro de esta exclusiva marca de chocolates, presente en algunas de las mejores tiendas gourmets del mundo, como los almacenes Lafayette de París; Harrod's en Londres; Bergdorf Goodman, en Nueva York; o, más cercano, en el Club del Gourmet de El Corte Inglés, Pedro Álvarez ha decidido compartir la dura tarea que supone tirar del carro y abrir las puertas de su criatura a personas con capacidad que puedan, no sólo proporcionar una inyección económica, sino nuevas ideas con las que posicionar la marca.

A pesar de la llegada de este grupo inversor, Pedro Álvarez continuará ligado a Pancracio, de hecho pasará a ocupar el puesto de jefe de marca, además de mantener la propiedad de las dos tiendas que Pancracio tiene en la capital gaditana, una en la esquina de la calle José del Toro con Ancha y otra en General García Escámez.

Es precisamente en la campaña navideña cuando Pancracio tiene una gran oportunidad para entrar en los hogares de los chocoadictos, que son millones en todo el mundo, con unos productos de una calidad superior, con turrones, chocolates, cruasanes o panettones que son de lo mejor que uno puede degustar a esta orilla del Sena.

Álvarez, que confirmó ayer a este medio la operación financiera, de la que se conocerán más detalles una vez llegue el nuevo año, se mostró "ilusionado" ante esta nueva etapa que ahora comienza en la fábrica de sueños que es Pancracio, un chocolate que hubiera despertado envidias en el mismísimo Willy Wonka.

Pancracio nació de la visión de Pedro Álvarez, un economista experto en marketing, diseñador gráfico y "chocohólico", según se reconoce en la propia web de la marca. Tras crear diseños de productos con gran éxito para otros, siempre tuvo la inquietud de hacer algo propio donde fundir los conocimientos y experiencia adquiridos. Fue en el Nueva York de mediados de los noventa, en plena fiebre del espresso gourmet donde Pancracio empezó a tomar forma. Allí, trabajando incluso en la famosa Bruno Bakery de Nueva York a las ordenes del chef Biagio Settepani, Álvarez ganó experiencia.

En 2003, Pedro decidió hacer una pequeña producción de sus mejores recetas de turrones y trufas de chocolate para regalar la mayoría a sus amigos, familia y clientes y vender el resto.

El éxito y el entusiasmo despertados fueron rápidos e inesperados. "Así nació Pancracio, una pequeña y muy exclusiva marca de chocolate y otros productos afines, cuyo denominador común es la más alta calidad y un diseño cargado de estilo", cuentan.

Ahora, tras muchos años de esfuerzo y de luchar contra gigantes, Pedro Álvarez se ha decidido a compartir el peso de hacer crecer a su criatura, algo que considera una oportunidad magnífica para verla gozar de buena salud en el futuro. Y siempre, sin mudarse de su Cádiz natal.

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