La toma de posesión de la nueva junta de gobierno del Perdón hace una semana suponía el final de una crisis abierta en la hermandad a raíz del conflicto de la pasada Cuaresma que terminó tras la Semana Santa en la inhabilitación de la junta anterior y la intervención de la hermandad por parte de la autoridad eclesiástica. Parecía ese día que la hermandad recuperaba su normalidad, pero a la crisis generada por las situaciones originadas meses atrás, se une otra derivada precisamente de esa intervención eclesiástica y el nombramiento de un comisario.

La hermandad del Perdón tiene que asumir ahora, una vez 'devuelta' la gestión a sus hermanos a través de la junta encabezada por Manuel Garrido, una deuda que supera los 12.000 euros. Deuda que, llamativamente, se ha originado en ese período de gestión por parte de un comisario en estos últimos seis meses.

Precisa el hermano mayor en un escrito dirigido a los colaboradores de la bolsa de caridad -al que ha tenido acceso este periódico- que en la cofradía "desde el año 1989 y mientras ha tenido junta de gobierno no han existido números rojos"; pero alerta de que la situación económica actual "es muy delicada".

La suspensión de la salida del pasado año y la paralización de la actividad, incluso la administrativa y la directa de gestión, durante estos últimos meses ha supuesto un duro revés para la corporación de la Madrugada, que ha dejado de percibir ingresos en concepto de controles de salida de los hermanos, de donativos para esa salida o de las subvenciones que se reciben del Consejo y del Ayuntamiento por este motivo. A eso se le une la interrupción en el cobro de recibos y de cualquier otra iniciativa que con normalidad desarrollaba la cofradía hasta abril (cuando fue intervenida por el Obispado).

La junta cesada se marchó dejando en las cuentas las partidas económicas destinadas a pagar a las dos bandas de la pasada Madrugada, con las que había un contrato firmado pese a no procesionar; pero esas cantidades se han utilizado para hacer frente a una serie de pagos que han surgido en estos meses. Y ahora la nueva junta tiene que afrontar el pago de las dos bandas de música (la gaditana Sagrada Cena y la de Enrique Montero de Chiclana), una deuda contraída con el Secretariado (que ha abonado los gastos de Cáritas parroquial durante los meses de intervención) y otra deuda contraída con el Consejo de Hermandades (correspondiente a las partidas que se detraen de las subvenciones para distintos fines).

Esas partidas superan los 12.000 euros a los que en estos momentos tiene que hacer frente la recién iniciada junta de gobierno. "La cofradía necesita de forma urgente un plan económico de choque que la vuelva a convertir en viable", admite Garrido en el escrito enviado