Los hermanos Ramírez, Esteban y Antonio, llevan casi veinte años afrontando retos complejos con la empresa conileña Carpas Keops, una de las líderes de su sector. Han estado en la boda del Rey, en la inauguración de Valdebebas, en los mundiales de Motociclismo... Incluso han saltado fronteras y han instalado carpas en la Eurcopa de Portugal, la feria de 50.000 metros cuadrados de la alimentación de Marruecos o el más difícil todavía, el apoyo a la construcción en Escocia de un puente muy similar al de Cádiz. "Vieron el trabajo que habíamos hecho en el puente de Cádiz y nos contrataron. Allí la climatología era muy adversa, por lo que tenía una dificultad añadida, pero salimos airosos".

Esta empresa ha sido la encargada de transformar, con un equipo de cerca de treinta personas, una estación abandonada en un gran salón con capacidad para 700 personas, resolviendo con éxito el reto. "Jugábamos con la ventaja de que éramos nosotros los que habíamos hecho el acondicionamiento de la reapertura de la antigua estación en el Bicentenario de la Constitución. Trabajamos toda la Cumbre Iberoaeriamericana por lo que pudimos utilizar mucho material usado en aquella ocasión".

Una vez limpiado el terreno, tarea de la que se encargó otra empresa especializada, ellos entraron el lunes 12 de junio en acción para crear en dos entradas laterales un hall para los invitados y en el lado opuesto el hall de recepción al Rey. Sobre 4.000 metros cuadrados de suelo extendieron decenas de tiras de moqueta, así como levantaron una lona de 31 metros de ancho por cinco de alto. "Había además que acondicionar un lugar para que se pudiera desenvolver el catering con cierta comodidad y siguiendo toda la normativa de higiene, así como crear los pasillos de emergencia".

Para Esteban Ramírez, "fue un bonito trabajo. Estamos especializados en este tipo de eventos y sabemos cómo solventar las dificultades que se presenten".