Cádiz

10 años a la banda de dominicanos por el robo violento en una casa

  • La Audiencia da por probado que los asaltantes amenazaron de muerte a la dueña con un cuchillo

Uno de los acusados a su entrada en el Palacio de Justicia gaditano procedente de prisión.

Uno de los acusados a su entrada en el Palacio de Justicia gaditano procedente de prisión. / jesús marín

La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a diez años y medio de prisión a la banda de dominicanos que perpetró un robo violento en Cádiz en 2015, llegando a retener y a amenazar a la dueña de la vivienda.

El tribunal gaditano considera a los cuatro acusados autores responsables de los delitos de robo con violencia en casa habitada con uso de arma peligrosa, de detención ilegal y de pertenencia a grupo criminal.

Los cuatro miembros de la organización continúan en prisión provisional

Asimismo, el tribunal de la Sección Primera de la Audiencia de Cádiz ha ordenado que los miembros de la organización indemnicen a la propietaria del inmueble asaltado y a su asistente, también presente el día de los hechos, en la cantidad de 12.000 euros a cada una por los daños y perjuicios morales causados.

Los cuatros dominicanos se encuentran actualmente privados de libertad por este caso, tres de ellos desde enero de 2016 y la cuarta implicada desde el pasado 7 de noviembre. En la sentencia, el tribunal ha acordado prorrogar la prisión provisional hasta la mitad de la pena impuesta.

La resolución judicial, que no es firme y puede ser recurrida en casación ante el Tribunal Supremo, da por probado que Leonardo B., Cristian T., Santos S. y Maribel M. convinieron apoderarse de las joyas y los efectos de valor existentes en la vivienda de una vecina de Cádiz.

Maribel M., miembro de la banda, conoció a la víctima del robo después de que ésta pasara una temporada en casa de su hija -donde Maribel trabajaba como empleada del hogar- para recuperarse de una intervención quirúrgica. La mujer permaneció en el domicilio de su hija casi un mes y medio, por lo que se llevó allí una cantidad importante de dinero en un bolso que colgó en la percha de la entrada y en el que también depositó las llaves de su vivienda.

Según la resolución judicial, por las mañanas la mujer, de 69 años, se quedaba a solas con la asistente, que se ausentaba para hacer sus tareas cotidianas. Tanto es así que Maribel aprovechó estas salidas para realizar copias de las llaves de la casa de la víctima.

Con la información recabada por Maribel M., la banda sabía que el 25 de noviembre de 2015 la propietaria, convaleciente todavía de la intervención médica, estaría sola, porque lo miércoles no iba su empleada del hogar y su marido tampoco estaba.

A las 12:12 horas del citado día, antes de que los asaltantes entrasen en la vivienda, Maribel M., tal y como habían acordado y para corroborar la información obtenida previamente, llamó a la víctima y le preguntó si estaba sola, contestando ésta que no, tras lo cual colgó e hizo saber ese dato a Santos S.

Pese a esta advertencia, el resto de la banda decidió seguir adelante con el plan preconcebido, pues sus integrantes se habían desplazado desde Madrid para ello. Así, una media hora más tarde, Leonardo B. y Cristian T. entraron en la casa con la llave facilitada por su cómplice en los hechos y con la cara tapada. Santos S., líder de la organización según la Policía, se quedó en el exterior "vigilante y preparado para cuando salieran con los efectos sustraídos, alejarse con inmediatez en el vehículo que tenía estacionado en las proximidades".

Una vez dentro, expone la sentencia, Leonardo B. y Cristian T. arrancaron el teléfono fijo, le arrebataron el móvil a la dueña y la empujaron a ella y a su asistenta al sofá para atarles las manos con una cuerda y los pies con ropa de cama, imposibilitándoles así el movimiento. A la empleada, además, le taparon la boca con cinta de empaquetar.

Acto seguido Leonardo subió a la segunda planta para abrir la caja fuerte del dormitorio principal -tal y como les indicó su compinche- y al no poder hacerlo porque estaba anclada, bajó y amenazó a la propietaria del inmueble para que le facilitase la clave de seguridad, llegando a pincharla en el cuello con un cuchillo de grandes dimensiones y proferirle "te mato" o "dame la mano que te voy a cortar los dedos".

Como la dueña no reveló el código secreto, los asaltantes registraron todas las habitaciones y se apoderaron de unas botellas, 120 euros, tres relojes -dos de ellos de oro-, cuatro anillos -dos de esmeralda y brillantes y dos de rubíes y brillantes-, tres pulseras y un móvil. Cuando acabaron, los ladrones cogieron una foto del marido de la víctima y le advirtieron que lo iban a matar. Posteriormente, huyeron con el motín hacia Madrid en el vehículo en el que los esperaba Santos S..

Pasados unos diez minutos, la empleada del hogar logró liberarse, desató a la propietaria y fue a pedir ayuda por la ventana, siendo vista por una mujer que avisó a la Policía. Como consecuencia de estos hechos, ambas mujeres sufren un estrés postraumático.

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