Cádiz

Los albergues, una alternativa económica

  • Los turistas jóvenes apuestan por este tipo de alojamiento por su precio y características

Una joven se registra en el albergue Sumer Cádiz.

Una joven se registra en el albergue Sumer Cádiz. / joaquin hernandez kiki

El carnaval, y más concretamente el fin de semana, ha movilizado a un amplio número de jóvenes procedentes de diferentes partes del territorio que, ataviados con sus disfraces, han disfrutado de la fiesta en la calle.

El perfil de este turista, nacional o extranjero y con edades entre los 21 y los 35 años, suele buscar un alojamiento más económico que los tradicionales hoteles o apartamentos. Los albergues son la opción preferida. Debido a su bajo precio y las condiciones que ofrecen, suponen la opción ideal para aquel visitante que quiere simplemente un lugar en el que dormir y depositar su equipaje, puesto que la mayor parte de su estancia la pasará disfrutando del Carnaval en la calle.

Para los albergues de la ciudad, el Carnaval supone colocar el cartel de completo, al menos, durante los dos fines de semana. Dani Amorós, de Casa Caracol ratifica el 100% de ocupación para ambas fechas y apunta que el puente de lunes y martes, gracias al día de Andalucía, ha aumentado el nivel de reservas para unos días tradicionalmente más flojos.

Unos niveles de ocupación que, además, estaban previstos desde hace meses. El propio empleado del albergue situado en Suárez de Salazar comenta que hace dos meses que no pueden aceptar más peticiones, llegando a crear una especie de lista de espera.

El hecho más significativo de la coexistencia de los albergues con el Carnaval es que la propia fiesta revierte su naturaleza. Lo explica Juan Antonio Ladrón de Guevara, recepcionista de Summer Cádiz: "La mayoría de nuestros clientes durante todo el año son extranjeros que vienen a visitar Cádiz, pero en Carnaval es al contrario. Prácticamente el 100% de los que se hospedan son españoles".

Este hecho hace que la propia idiosincrasia de estos establecimientos se vea afectada. Normalmente, explica Ladrón de Guevara, el turista que se queda en el albergue suele generar y aprovecharse de un clima de convivencia con el resto de huéspedes. "El que viene lo hace a aprender el idioma, la cultura, a compartir. En Carnaval solo buscan dejar las cosas y dormir un rato", explica.

La ausencia de mayor público extranjero es interpretada por ambos responsables por la poca promoción internacional de la fiesta y los altos precios que alcanza el alojamiento en Cádiz estos días. "El extranjero que no conoce el Carnaval se sorprende que sea tan caro. A no ser que sean gente que ya han estado aquí, como Erasmus, es difícil que vengan", dice Amorós. Y es que, tal y como ocurre con el resto de alojamientos, los precios de las habitaciones alcanzan niveles superiores a los de la temporada alta. Unos precios, asequibles para el aficionado al Carnaval pero inexplicables para el extranjero.

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