Nuevo capítulo en la larga historia de la conversión de la Institución Valcárcel en un hotel de lujo. A punto de cumplirse siete años de la firma del contrato de compra de este imponente edificio por parte de Zaragoza Urbana, promotora hotelera propietaria entre otros del Hotel Playa Victoria, la empresa ha asumido la imposibilidad de fijar una fecha para el inicio de las obras. Como ya adelantó en su momento este diario, el 2012 había quedado totalmente descartado para su apertura aunque se mantenía la esperanza de que en este año ya se estuviese trabajando en el complejo. Ahora ya ni eso.

"¿Obras en el Valcárcel? Tendremos que esperar dos, tres o cuatro años cuanto menos", adelantó ayer a Diario de Cádiz el consejero delegado de la compañía aragonesa, Felipe Sanz.

Los problemas que han incidido en este retraso no sólo no se han solventado en los últimos meses sino que incluso en algunos de los casos se han agravado.

Por lo pronto, se mantiene abierto el litigio con el Ayuntamiento "con el que tenemos sin resolver cuestiones de planeamiento que ya se habían acordado y puesto en los papeles desde un principio". Es el caso de la plaza delantera del Valcárcel, que la promotora considera esencial en el diseño de un hotel que va tener la máxima categoría, cinco estrellas. El Ayuntamiento, sin embargo, modificó la gestión de este terreno por imposición de Medio Ambiente considerando el espacio inicialmente incluido en el terreno comprado por Zaragoza Urbana como público. Igualmente se han planteado otras modificaciones en la ficha urbanística incluida en el nuevo PGOU actualmente en redacción.

Según Sanz, "desde el Ayuntamiento se nos dice que se van a efectuar todos estos cambios, pero pasa el tiempo y no se hace nada en este sentido. Nosotros no podemos iniciar un proyecto sin tener la garantía legal del planeamiento urbanístico. ¿Qué pasaría si hubiese un cambio de gobierno?".

El segundo problema, y no menor, es la incidencia de la crisis económica en el sector hotelero.

"Vamos a 'celebrar' el séptimo aniversario de la compra del edificio en el peor de los años. La situación económica es tan tremenda que no encontraríamos a ninguna entidad para financiar la parte que no podríamos afrontar con nuestros fondos". Y eso que Zaragoza Urbana es una de las firmas del sector más saneadas, cuando otras compañías se han visto obligadas a suspender obras ya iniciadas, algo que se pretende evitar en Cádiz.

"Esta es una obra brutal, hasta el punto que no creo que haya existido otra de tal calibre en cuanto a la iniciativa privada y casi toda la pública en Cádiz. La administración puede tener capacidad para endeudarse pero para una empresa privada es un riesgo". El proyecto del Valcárcel supone una inversión de unos 60 millones de euros. A través de los fondos europeos se ha obtenido una financiación de 7,5 millones que, sin embargo, lo más posible es que se pierdan al no iniciarse los trabajos en plazo. La promotora ha descartado comenzar ya los trabajos arqueológicos y de derribos, como se había previsto, pues ello supondría contar con unos fondos económicos y unas garantías administrativas de las que hoy se adolece. "No somos ni una fundación benéfica ni podemos ir al margen del mercado", resalta a este diario Felipe Sanz.

Eso sí, la compañía, con una íntima relación con Cádiz iniciada hace ya décadas, tiene claro que el proyecto se hará aunque tarde aún años en iniciarlo. "Nuestra voluntad es sacarlo adelante. Es un proyecto que me encanta, pero lo que no voy a hacer es jugar con recursos que no tengo".

La operación planteada es de gran calado: se recupera el edificio histórico y se levantan dos inmuebles anexos, uno de ellos con un centro de reuniones bajo el que irá un gran aparcamiento subterráneo y una zona comercial. La importancia del proyecto va más allá de la mera ampliación de la escasa planta hotelera de la capital. El hotel, cuando abra, será un polo de atracción en sí mismo y aportará tanto a su entorno como al conjunto de la ciudad una riqueza que, la burocracia y disputas entre las administraciones, han impedido que se puedan disfrutar ya.