El proyecto hotelero del estadio Ramón de Carranza sigue acumulando retrasos. El mes de febrero tampoco ha sido el de la enajenación del módulo de la tribuna, después de que fuentes municipales indicaran ayer -día 20, el establecido cada mes para convocar la mesa de contratación si hubiera una propuesta sobre la mesa- que no había novedades al respecto. Es decir, que se siguen las gestiones con esa serie de interesados a la que se viene haciendo referencia en los últimos meses, aunque a estas alturas ninguno de estos contactos haya dado resultados.

Y mientras los meses siguen pasando y la Tribuna del Carranza sigue vacía, las dudas van creciendo alrededor de este proyecto. En primer lugar, las dudas sobre las consecuencias que este 'imprevisto' (este espacio estaba previsto enajenarlo durante el año 2016) tendrá de forma directa sobre el presupuesto económico del pasado año y, peor aún, sobre la prórroga que debe aún aprobarse del ejercicio actual; algo en lo que viene insistiendo la oposición de manera constante en los últimos meses. Pero en segundo y tercer lugar, crece la duda sobre los motivos que están llevando a que el Ayuntamiento no logre comprador para ese módulo.

El principal obstáculo es su enorme dimensión, con 17.000 metros cuadrados para dar uso

¿Por qué no sale ningún comprador para construir un hotel en la Tribuna del Carranza? Tras elevar consulta a varios portavoces y especialistas en el sector hotelero e inmobiliario, se pueden definir algunas claves de lo que está ocurriendo con el estadio.

1. Demasiados metros cuadrados

Llama la atención el primero de los motivos que establecen los especialistas consultados por este medio. El equipamiento que el Ayuntamiento quiere enajenar es excesivamente amplio; tanto, que supone un problema más que un atractivo para el sector hotelero.

El espacio a enajenar para uso hotelero suma 17.000 metros cuadrados (repartidos entre las plantas tercera y séptima), y para tener una idea sobre lo que esto supone, una de las fuentes consultadas (Guillermo Macpherson) indica que un hotel de 200 habitaciones necesitaría unos 6.000 metros cuadrados. "Y va de sobra", apunta. ¿Qué hacer, por tanto, con 17.000 metros cuadrados? ¿Un hotel con más de 500 habitaciones?

Teniendo esto en cuenta, el proyecto tendría que girar -según los profesionales consultados- en torno a un equipamiento que uniera habitaciones de hotel con apartamentos hoteleros y otra serie de servicio con los que poder completar esa cantidad de metros cuadrados.

2. El edificio no reúne condiciones

Otro punto en contra del equipamiento del Carranza sería la necesidad de realizar una serie de obras de calado para habilitar el uso hotelero que pretende el Ayuntamiento. Y es que algunas fuentes consultadas indican que la Tribuna del estadio no está convenientemente preparada para acoger un hotel, que debido a los requisitos establecidos actualmente necesitaría una fuerte inversión para poner en marcha la actividad terciaria.

En base a esta situación, algunas fuentes consultadas apuestan por dar un cambio de uso a la Tribuna que no sea finalmente la de hospedaje de personas. "Como por ejemplo un centro deportivo con múltiples servicios; igual así sí puede tener salida la Tribuna", afirman.

3. Una mala ubicación en la ciudad

La Plaza de Madrid no es el lugar más atractivo para levantar un hotel en la ciudad. El excesivo alejamiento con respecto al centro de la ciudad o la prácticamente nula conexión directa con transportes de media o larga distancia no hacen muy aconsejable invertir en el Carranza, valoran los técnicos hoteleros consultados por este medio. El único punto a favor del emplazamiento sería la cercanía con la playa, pero ya hay hoteles que ofrecen primera línea (el Playa Victoria, el Tryp Caleta o el futuro de Tiempo Libre, por ejemplo) o que están más cerca de la arena que el que se quiere levantar en la Laguna.

Además de la ubicación, su localización tampoco es atractiva. "Será un hotel rodeado de fachadas, en una plaza que de algún modo está como hundida en la ciudad", explican las fuentes consultadas.

4. La mala experiencia de hoteles en estadios

"La experiencia de un hotel en un estadio la tenemos en lugares tan cercanos como Jerez con Chapín o Sevilla con el estadio olímpico de la Cartuja, que no creo que sean de rentabilidad", señala el consejero delegado del Grupo Hace, Stefan de Clerck. Efectivamente, el sector hotelero ha visto en los últimos años cómo esa apuesta de mezclar un estadio deportivo con el uso hotelero no termina de dar buenos frutos, lo que crea recelos a la hora de aventurarse a nuevos proyectos de este tipo.

5. Un precio excesivo para el mercado actual

Los 9,8 millones de euros parece que se han convertido en otro contratiempo que dificulta la operación que el Ayuntamiento, este y el anterior, quiere poner en marcha en el Carranza. "Puede ser que el precio valorado por el Ayuntamiento no se corresponda con el que demanda el mercado actual", valora de manera prudente uno de los consultados. "Ni por un tercio de lo que pide el Ayuntamiento creo que pueda salir adelante la operación", apostilla otra fuente de manera mucho más contundente.

Este asunto provocaría no solo que se mantenga el retraso en la operación de la que dependen los presupuestos de la ciudad, sino que una vez cerrada no vaya a ser tan alta (9,8 millones) como desde un principio estaba previsto.

Todas estas claves aportadas por fuentes consultadas influyen en que a día de hoy la Tribuna del Carranza siga sin hotel, y el Ayuntamiento sin ese ingreso económico que ayudaría a cuadrar las cuentas y que lleva esperando al menos desde que en 2013 sacara por primera vez el equipamiento a una subasta que quedó desierta. De momento, habrá que esperar mejores noticias para el 20 de marzo. El reloj de este partido sigue contando.