Por la calle San Vicente, la misma que vio nacer a Antonio Martín, no se pasa ni por equivocación. Hay que ir. Y adentrarse en ella por la calle Cruz para volver a salir también por Cruz haciendo una especie de 'u' que en algunos tramos parece la medina de Tánger. No hay otra salida. De Cruz la separan dos edificios vacíos en un lamentable estado de conservación que podrían albergar decenas de hogares. "Esperan a su ruina definitiva para levantar pisos de nueva planta que puedan venderse a buen precio", comenta alguien.

Escalera, papel, brocha y cola: "Este edificio está vacío. Mientras, hay miles de familias gaditanas sin poder acceder al derecho a vivir en una vivienda digna". El Ateneo coloca placas a mayor gloria de los homenajeados. Los miembros de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía y de la Asociación de Vecinos de Cádiz Centro, carteles de denuncia. De denuncia de una situación insostenible, de emergencia, de un mal endémico arrastrado durante siglos, sin parangón en otras ciudades de Andalucía. "En este edificio existe infravivienda. Aquí vive gente muy digna viviendo en condiciones indignas por el abandono de propietarios y administraciones", dice otro de los carteles. Tan digna como para negar con la cabeza muy alta que allí se sobrevive a duras penas. A veces, enmedio de un bosque de puntales amarillos.

Los edificios vacíos y los precarios hogares de San Vicente y Cruz no son los únicos de San Juan y Los Callejones, una zona de la ciudad que soporta el 26% de las infraviviendas y el 19% de las fincas sin habitar de todo el casco antiguo, cuando sólo contiene el 11% de los inmuebles del centro histórico. En total: 47 infraviviendas en once edificios y 27 fincas con nada menos que 102 pisos vacíos, a día de ayer. Son datos del informe que difundieron ayer Derechos Humanos y Cádiz Centro durante la tercera etapa de la Ruta del abandono, una campaña que pretende espolear las conciencias de propietarios y administraciones hasta que cojan pico y pala y se pongan manos a la obra.

Si en el conjunto del casco antiguo las infraviviendas representan el 1,71% del total de edificios, en San Juan y Los Callejones, el porcentaje se eleva al 4% de los 326 edificios existentes, refleja el informe. Del mismo modo, mientras el porcentaje de edificios deshabitados en el conjunto del casco es del 5%, en este barrio, el porcentaje de edificios vacíos alcanza el 8,6%

El Plan Especial del Casco Histórico y el Plan General de 1983 localizaban en San Juan 18 edificios y 258 viviendas en mal estado. Y en Los Callejones, 28 fincas y 346 pisos en una situación similar. Además, se señalaba la existencia de casas de vecinos con problemas estructurales y de hacinamiento. "Desde entonces ha habido algunas intervenciones en inmuebles de obra nueva, rehabilitaciones públicas y privadas, así como mejoras de las infraestructuras y urbanización. Sin embargo, la realidad sigue siendo la de un barrio fuertemente deprimido en relación a la vivienda", dice el informe.

Además, su situación topográfica, a baja cota, su aislamiento respecto a la zona centro y su relegamiento hacia el Campo del Sur desde la calle Compañía contribuyen a su diagnóstico como zona deprimida y en estado de deterioro. La trama urbana y los pocos espacios libres presentan operaciones inacabadas, de manera que se observan edificios abandonados y solares, añade el documento.

"Este abandono físico de las casas representa el abandono de los ciudadanos de Cádiz, la ignorancia absoluta de que están atravesando ese problema en la única ciudad de Andalucía que tiene esta acumulación de infravivienda, que por ahí se llama chabolismo vertical", dice Eladio García, de la Apdha, al pie de la primera pegada en Puerto Chico, 4. Luego vino otra decena más al grito de "¡Ni gente sin casas, ni casas sin gente!".

"Cerró la Oficina de Rehabilitación del Casco Histórico y la Junta de Andalucía ha dejado a Cádiz, se ha olvidado de que existe Cádiz -lamenta Eladio- El Ayuntamiento hasta ahora tampoco ha dado ninguna señal de que vaya a actuar contra la infravivienda".

Eladio recuerda que hay medidas concretas que son de competencia municipal, como la inspección técnica de edificios. "El Ayuntamiento debe exigir a los propietarios que asuman su responsabilidad y que arreglen esas casas. Y en la reunión de la Mesa Tripartita de mayo del año pasado preguntamos por qué no se reunían Junta y Ayuntamiento para definir qué medidas se iban a acometer. Hace unos días se celebró una segunda sesión y no presentaron nada. Exigimos que cumplan con su obligación y tomen de una vez por todas las medidas que sean necesarias para acabar con este problema".

"Las administraciones deben liderar la rehabilitación del casco histórico. El Ayuntamiento y la Junta tienen que ponerse las pilas", sentencia Francisco Gómez, portavoz de la Federación de Asociaciones de Vecinos 5 de abril. "Hay una gran cantidad de fincas cerradas. Se están rehabilitando algunas, pero desde el ámbito privado. Ni la Junta ni el Ayuntamiento están aportando nada. Necesitamos que lleguen a un acuerdo para que se retome la rehabilitación del casco antiguo", insiste.

Francisco Gómez apunta una tendencia al alza que viene a complicar el problema de la vivienda: "Muchas rehabilitaciones se están dedicando a apartamentos turísticos -que estamos a favor de ellos- pero que en menos de un año haya habido más de veinte peticiones para transformar fincas cerradas en apartamentos tendría que hacernos reflexionar". El portavoz vecinal advierte de que en algunas ciudades se ha pasado de la especulación inmobiliaria pura y dura a la turística. "Cuidado, no nos vayamos a pasar, que el turismo es muy necesario, pero bajo control".