Seguro que los tienen por todas partes; los grupos de Whatsapp están llenos de ellos, le aparecen constantemente en su Facebook y uno mismo responde a sus amigos con ellos, ahorrándose palabras. Son los gifs; eso que se parece a los cuadros vivos de Harry Potter. La actriz Jennifer Lawrence, que da grandes momentos "gifeables" en sus entrevistas, y los chicos de Friends son los reyes de este mundo.

Y es que, cuanto más expresivo y más referente sea a la cultura popular, mejor. Son maravillosos, y coincidirán conmigo en que tienen su gracia.

Sirven para responder a cualquier cosa y los hay de todo: de series, de políticos y de dibujos animados, pasando por los que hace uno mismo de vídeos de sus amigos. Todos tenemos un amplio repertorio en nuestros móviles, listo para disparar cuando la conversación lo requiera.

No hay grupo de Whatsapp (sobre todo de amigos) que se precie y que no tenga, al menos una vez a la semana, una conversación que se diga y se responda sola a base de GIFs. Hace poco Facebook introdujo la posibilidad de comentar con GIFs y ya eso fue el acabóse. Sino asómense a su Facebook y echen un vistazo; se ha creado todo un lenguaje en torno a estos pequeños "seres" de calidad dudosa y sin sonido. Por usar una frase hecha: un GIF vale más que mil palabras.

La cultura de las series, que vive su apogeo, ha contribuido a difundir esta forma de comunicación, y los GIFs de series son los más repetidos. Juego de Tronos, Stranger Things, House of Cards... Todas las series de moda están en forma de imagen animada.

¿Y si les digo que ya tienen más de 25 años? Los GIFs son esos primeros banners que insertaban las primitivas webs cuando Internet aún estaban en pañales, pero se comenzaron a emplear cada vez más como recurso humorístico. Quizá la clave de su éxito es que son muy fáciles de hacer, pesan poco, son simples y se vuelven virales con facilidad. Son tan comunes ya ennuestro día a día, que hasta las cuentas de Twitter de partidos políticos, restaurantes de renombre o medios de comunicación los han incorporado a su lenguaje habitual.

Ya se sabe lo que pasa en esta era de la comunicación viral: todos adoptamos lo que está de moda, lo que va a dar más retweets y más likes. Los GIFs al menos son graciosos.