Cayó. El presunto ladrón que traía en jaque a los comerciantes del centro de la ciudad ya está en manos de la justicia después de que la Policía llevara días pisándole los talones.

El detenido es un varón de 34 años de edad al que se le imputan siete robos en diferentes comercios del casco histórico de Cádiz. Entre ellos está uno con fuerza perpetrado el pasado lunes 20 de noviembre en un establecimiento ubicado en la calle Sacramento.

La investigación realizada por la Policía Nacional ha permitido encartar al detenido la presunta autoría de otros seis robos con fuerza en negocios de la ciudad, ejecutados algunos incluso en la misma madrugada empleando idéntico modus operandi.

Los agentes continúan realizando gestiones para descubrir al resto de implicados en los hechos investigados.

La investigación se inició a raíz de los robos en establecimientos realizados desde el 15 de noviembre en el que los presuntos autores utilizaban un ciclomotor para desplazarse por la ciudad para cometer robos.

En el primer hecho investigado los presuntos autores forzaron la baraja de un establecimiento ubicado en la calle Cobos para sustraer la caja registradora. Posteriormente, en la madrugada del 18 de noviembre se perpetraron dos robos con fuerza en negocios ubicados en la calle Corralón de los Carros y Alcalá Galiano respectivamente. En el primer local utilizaron como método el alunizaje, empleando un ciclomotor y en el segundo violentaron la puerta de acceso a patadas.

Días más tarde, concretamente el 20 de noviembre, un agente que no estaba de servicio y que se encontraba haciendo deporte, observó como a las 6:30 horas dos personas salían de un local, sito en la calle Sacramento, portando edredones, mantas y una caja registradora. El agente, al percatarse que se trataba de un robo con fuerza, se identificó como policía e intentó retenerlos sin éxito, debido a la fuerte oposición de los sospechosos que no dudaron en salir huyendo a bordo de un ciclomotor provocando lesiones al agente que tuvo que recibir asistencia sanitaria. La intervención de este agente fuera de servicio y su posterior declaración permitió acreditar la identidad de uno de los presuntos autores de los robos investigados, que resultó ser un delincuente habitual de la ciudad de 34 años de edad y con más de una treintena con más de una treintena de detenciones por delitos contra el patrimonio y las personas.

Fruto de las gestiones realizadas por los agentes del Grupo de Delincuencia Urbana de la Brigada de Policía Judicial se lograron recabar pruebas que determinan la presunta participación del investigado en seis delitos de robo con fuerza en las cosas, un delito de lesiones y atentado contra agente de la autoridad.

En la mañana del día 23 fue localizado en las inmediaciones de la calle San Miguel el ciclomotor utilizado por los investigados para desplazarse por la ciudad y utilizarla como herramienta para fracturar el cristal de las puertas o escaparates de los negocios.

En la mañana del 27 de noviembre el principal investigado fue detenido y tras prestar declaración en la Comisaría fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia

La investigación continúa abierta con el fin de descubrir y detener a otras personas que junto con el detenido han participado en el robo de comercios. De hecho los agentes están convencidos de que hay otros malhechores detrás de estos delitos que en los últimos días han sumado nuevas víctimas también en la zona de extramuros de la ciudad.