Lugares como los bloques del Campo del Sur, el parque Genovés o la punta de San Felipe sirven de cobijo a las colonias de gatos callejeros que existen en la ciudad. En estos sitios suele haber personas que les dejan comida para que puedan alimentarse. Una actitud que, aunque pueda parecer solidaria para que estos animales no pasen hambre en la calle, produce muchas molestias por los olores que se producen por los restos que quedan abandonados, la suciedad o la aparición de otros animales menos deseables.

Ante esto, la Delegación de Salud del Ayuntamiento de Cádiz está trabajando en la elaboración de un carnet de alimentadores de gastos callejeros, de manera que esta actividad quedaría mucho más controlada que en la actualidad.

La concejala de Salud, Eva Tubío, anunció esta medida dentro de la aprobación del pliego de condiciones para la licitación del servicio de control de gatos abandonados. Tubío explicó que la intención de este contrato es "proteger y defender a estos animales, y, al mismo tiempo, evitar que estén abandonados o que estén sin cobertura".

Esta prestación tiene un presupuesto de 3.490 euros (IVA incluido) y el plazo de ejecución es de un año, pudiéndose prorrogar por otro año más.

Tubío señaló que en este contrato se contempla "el traslado de gatos sin propietario conocido a un centro veterinario para su revisión, esterilización e identificación". Posteriormente, se procederá a "la entrega de aquellos animales susceptibles de adopción o a la devolución a la calle en un estado de salud óptimo".

Este trabajo se coordinará con las asociaciones y las protectoras de animales que forman parte de la Mesa Animalista. Asimismo, también indicó Tubío que la Delegación de Salud está trabajando en la creación de un censo de colonias de gatos callejeros.