Como en química, en el mundo del trabajo, de la empresa, de la cultura, de las artes, de las relaciones humanas y de la vida en general hay inhibidores y catalizadores. Inhibidores de pensamiento único capaces de apagar cualquier rescoldo de talento y catalizadores con poder de encenderlo y de tender puentes que a priori parecen imposibles. Durante cinco años, Catas con Arte, un proyecto de Jose Berasaluce surgido como una spin off de la Cátedra de Emprendedores de la Universidad de Cádiz, ha actuado como catalizador de un buen puñado de extrañas pero enriquecedoras experiencias.

Desde marzo de 2012 ha conectado a unas 4.000 personas y 50 bodegas con más de 40 catedráticos, profesores universitarios, artistas y creadores en torno a unas 70 cenas de temática variopinta y siempre provocadora. Con el disfrute del vino y la comida "como excusa para estimular el pensamiento crítico y creativo, aportando un punto de innovación en la difusión de la alta cocina y de la industria del vino". Y con un hotel como escenario.

Por las cenas de Catas con Arte han desfilado desde una experta en vampirismo hasta un ex espía del CESID, pasando por una estudiosa de la mentira, un sociólogo de lo canalla, un investigador de la prostitución o un teórico de los ultramarinos gaditanos. Lo mismo le han dedicado una cata a "El poder del falo" -maridada con MMM Macho Man Monastrell, por supuesto- que otra a la "Pasión barroca" por la Semana Santa. Y lo han hecho en Cádiz, en Sevilla y en Madrid, entre otras ciudades españolas, con la colaboración de varias universidades. Un libro cuidadosamente editado con textos de Jesús Quintero y la Premio Nacional de Gastronomía Paz Ivison, entre otros autores, recoge las llamativas tarjetas de presentación de estas provocadoras propuestas culturales en torno al vino.

Ayer, Berasaluce hacía balance y anunciaba que Catas con Arte se tomaba un año -no sabático, podríamos decir- para "aprender y explorar nuevos mercados en la Costa Este de Estados Unidos", donde ya ha establecido contactos con varios chefs españoles y un par de universidades. Lo hizo acompañado de dos de sus mentores y estrechos colaboradores: José Ruiz Navarro, catedrático de Organizacion de Empresa y director de la Cátedra de Emprendedores de la Universidad de Cádiz; y Francisco Vázquez, catedrático de Filosofía, también de la UCA.

Recién llegado de Frankfurt de un encuentro con expertos en emprendimiento del MIT y del Banco Central Europeo, Ruiz Navarro dijo que para él representa "una gran satisfacción ver cómo una de las criaturas de la Cátedra de Emprendedores es un ejemplo para la ciudad". Un ejemplo de "cómo el maridaje entre las ideas, la cultura, el arte y el talento que sale de la Universidad y los nuevos modelos de negocio es posible en Cádiz". "Aquí hay todavía mucho talento dormido", insistió.

Francisco Vázquez, por su parte, recordó que su grupo de investigación recibió "casi como un regalo la posibilidad de colaborar con el proyecto y de ponerlo en marcha". Y explicó que Catas con Arte les ha permitido ejercer "una función cívica, de educación ciudadana, porque nos ha dado la oportunidad de sacar al exterior el saber que habita en las torres de marfil de la Universidad".

La última cena de Catas con Arte será el próximo Viernes Santo en el Casino Gaditano y girará en torno a la Pasión -con minúscula- y Semana Santa. Para la penúltima, titulada Mujer contra mujer, dedicada al amor lésbico, ya no quedan plazas.