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Historias de Cádiz

Cádiz, Napoleón y el papel de fumar

  • Respuesta de la Junta de Gobierno a los representantes de las tropas francesas en 1810 l  Hechos históricos recogido por Rodríguez Barcaza y en el Monuemento a las Cortes

Cuadro de Rodríguez Barcaza que refleja la contestación de Cádiz en 1810

Cuadro de Rodríguez Barcaza que refleja la contestación de Cádiz en 1810 / Archivo

En febrero de 1810, la Junta de Gobierno de Cádiz, ante la intimación de las tropas de Napoleón para que prestara fidelidad al Rey José Bonaparte contestó con  una frase que pasaría a la  historia:  “La ciudad de Cádiz, fiel a los principios que ha jurado, no reconoce otro Rey que el señor don Fernando VII”.  Pero, ¿en qué circunstancias se produjo esa contestación?, ¿quién fue el redactor de la famosa frase y que posteriormente sería esculpida en el Monumento a las Cortes y Sitio de Cádiz? 

Al comenzar el mes de febrero de 1810 las tropas  francesas dominaban toda la península salvo La Isla y Cádiz.  Las escasas autoridades españolas fieles a Fernando VII buscaron refugio en nuestra ciudad, dispuestas a resistir y a no aceptar como Rey de España a José Bonaparte. 

Según Alcalá Galiano, desde las torres miradores de Cádiz se vieron “las blancas capas y cascos de acero de los dragones franceses” llegando a El Puerto de Santa María, donde el mariscal Víctor estableció su cuartel general dispuesto a rendir el último reducto español. 

Al día siguiente, 6 de febrero, un falucho con bandera blanca llegaba al muelle de Cádiz con unos emisarios franceses que exigían que la ciudad prestara obediencia al Rey José Bonaparte. A pesar de que los poderosos cañones de Francia estaban apostados frente a Cádiz, la misiva no contenía amenazas de un bombardeo inmediato, sino la petición amistosa de los generales españoles, José Justo Salcedo, Pedro de Obregón y Miguel de Hermosilla, para que también las autoridades de Cádiz prestaran juramento al Rey José, como habían hecho ya las del resto de España.

Pero Cádiz, con la reciente llegada de las tropas del duque de Alburquerque, con su privilegiada situación geográfica y con sus aguas abiertas a la España de Ultramar, estaba dispuesta a resistir a toda costa.

Los emisarios franceses esperaron la respuesta de la Junta de Cádiz en el interior del Ayuntamiento, mientras los gaditanos iban acudiendo a la plaza de San Juan de Dios gritando a favor de resistir a toda costa.

Aprobada por unanimidad la decisión de rechazar al Rey José Bonaparte, varios miembros de la Junta de Gobierno se encargaron de redactar la respuesta. Según Ramón Solís, la tradición en Cádiz señalaba como redactor  de la histórica respuesta a Tomás de Istúriz y que la misma fue realizada en un sencillo papel de fumar. 

Sin embargo, muchos años más tarde, uno de los miembros de la Junta de Cádiz, Miguel Lobo, relató en el periódico ‘La España’ lo verdaderamente sucedido para la contestación a los que sitiaban nuestra ciudad. Según este relato, Francisco de Venegas, presidente de la Junta de Gobierno , solicitó de tres compañeros la redacción de la contestación. Mientras esperaba, Venegas estaba liando nerviosamente un cigarrillo. Llegó entonces Santiago Terry , que tras un rato de conversación  le dijo a Venegas que no entendía la tardanza de sus compañeros,  ya que la respuesta “cabía en ese papel de liar cigarros”. 

El presidente, arrojando el tabaco, le dijo a Terry que redactara la contestación y éste escribió: “Cádiz, fiel a sus principios, no reconoce otro Rey que el señor Fernando VII”. Venegas, entusiasmado, abrazó a Santiago Terry diciéndole: “permita que añada dos palabras” y a la frase “fiel a sus principios” añadió “que ha jurado”.

Este momento histórico, la contestación de Cádiz a los requerimientos franceses, fue recogido por el pintor gaditano Ramón Rodríguez Barcaza en un famoso cuadro que pertenece al Museo de Cádiz. Dicho cuadro fue pintado en París en 1867 mientras Rodríguez Barcaza disfrutaba de una beca concedida por el Ayuntamiento de Cádiz para ampliar sus estudios de Pintura en París. El cuadro ganó  la medalla de oro de la Exposición Nacional celebrada ese mismo año de 1867.

En este cuadro, descrito a la perfección  por César Pemán, aparecen claramente los personajes de Francisco de Villegas, el general duque de Alburquerque y el general de Marina Ignacio María de Álava.  La pintura recoge también el alistamiento de los gaditanos para hacer frente al francés y se ve al pueblo alborozado en la calle Pelota, mientras unos dominicos  arengan a la multitud.

Muchos años más tarde, cuando  el escultor Aniceto Marinas y el arquitecto Modesto López Otero levantaron el Monumento a las Cortes y Sitio de Cádiz, en la plaza de España, recogieron también el momento histórico de la respuesta de la Junta de Gobierno de Cádiz a  los requerimientos de los partidarios del Rey José. El historiador gaditano Francisco Ponce, en su descripción del Monumento, señala que  el conjunto escultórico que aparece a la derecha del observador es una réplica del cuadro anteriormente señalado de Rodríguez Barcaza. 

José María Pemán, en el primer acto de su obra ‘Cuando las Cortes de Cádiz’ recoge también ese momento histórico, si bien señala al miembro de la Junta de Gobierno, Salvador Garzón de Salazar, la autoría de la famosa contestación al francés en papel de fumar.

Pemán finaliza esta escena primera poniendo en boca de Salazar unos versos que hasta hace no muchos años aprendían de memoria  los  estudiantes gaditanos:

¡Así es esta tierra

de milagro y lotería!

Recuérdelo por si un día

algún poeta lejano

le viniere a preguntar

para escribir el cantar

de este pueblo gaditano

que le contestó al tirano

en un papel de  fumar”.

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