Cádiz

Ampliación y mejora del paseo en el Campo de Sur

El soleado Campo  del  Sur era tradicional y concurridísimo paseo de invierno como lo demuestra esta imagen.

El soleado Campo del Sur era tradicional y concurridísimo paseo de invierno como lo demuestra esta imagen. / archivo diario de Cádiz

E aquí la interesante y bien escrita Memoria que ha redactado el ilustrado Arquitecto Municipal Juan Cabrera, en su proyecto de paseo en el Campo del Sur y frente de la Caleta, gran mejora local que se propone realizar el alcalde Sr Francisco Díaz.

Dice así el documento: Antigua es la aspiración del vecindario gaditano de constituir un paseo en el recinto o camino de ronda de la ciudad, a partir del Parque Genovés ya terminar en la Plaza de Toros. Estos deseos se han manifestado en multitud de ocasiones, ya en la prensa y en distintos escritos sobre mejoras locales, ya en acuerdos municipales, que dieron origen a variados expedientes, con sus respectivos proyectos, entre los que recordamos uno del Sr. Santolalla y otro iniciado por el ex-concejal Arturo Marenco.

Esas aspiraciones estaban y están justificadisimas. A todo el que visita nuestra población, rindiendo elogios a la perspectiva general de sus calles y caserío, causa deplorable efecto el estado de abandono e incurría en que se encuentra el recinto por sus límites Sur y Oeste, cuando precisamente por su posición, desarrollo y hermosas vistas pudiera ser un soberbio paseo, al igual que los existentes en otras poblaciones.

Todo el que circula por los citados lugares contempla con sentimiento aquel arrecife lleno de polvo, con sus márgenes repletas de escombros, montones de tierra y basuras, y si en su época de lluvias convertido en un lodazal y en innumerables charcos. Unas a esto el mal aspecto que ofrecen la generalidad de las casas que allí existen y se justificará lo deplorable de semejante situación, contrastando con el hermoso panorama de la inmensidad del Océano, que desde allí se contempla. El buen nombre de Cádiz, el apelativo de tasa de plata, con el que se le designa, la pulcritud con el que se conservan sus más hermosos paseos, con motivo mas que suficientes para justificar la conveniencia de esta reforma proyectada, si no lo fuera también la comodidad para el vecindario y para nuestros huéspedes que contarían así con un sitio más de esparcimiento.

Marzo de 1911. El arquitecto municipal, Juan Cabrera.

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