Provincia de Cádiz

"La vida de nuestro hijo está rota por un error médico"

  • La aseguradora del hospital de Jerez indemniza con 490.000 euros a los padres de un bebé de El Bosque que sufre graves lesiones cerebrales producidas en el parto

A Esperanza y Antonio Jesús, una joven pareja de El Bosque, les ha cambiado la vida por "la falta de una decisión médica que no se tomó a tiempo". Acaban de llegar de Galicia, adonde se mudaron hace ya cuatro meses en busca de un tratamiento y un hilo de esperanza que mejore a Marcos, su pequeño de 14 meses. El niño sufrió durante el parto pérdida de bienestar fetal, provocándole una parálisis cerebral severa, que le ha dejado graves secuelas de por vida.

Estos padres tienen clavado a hierro ese 9 de agosto de 2009, el día que nació su bebé en el hospital de Jerez. Fueron 28 horas de un parto rodeado de una "cadena de errores médicos", argumenta el Defensor del Paciente, que tuvo como consecuencia para su hijo graves daños cerebrales al nacer. Su diagnóstico se resume en una encefalopatía hipóxico-isquémica, leucomalacia multiquística y epilepsia sintomática.

Esta pareja está segura, con informes de especialistas en las manos, de que el parto debería de haber finalizado por la vía de una cesárea y no con ventosas. Por eso, se han puesto desde primer momento en manos de los servicios jurídicos del Defensor del Paciente, con el letrado gaditano José Luis Ortiz Miranda a la cabeza, que ha sometido el caso a estudio, cuyo dictamen pericial evidencia que las actuaciones médicas que se llevaron a cabo por parte del equipo ginecológico del hospital de Jerez suponen "una vulneración de los protocolos".

"En las cinco primeras horas la monotorización fetal fue normal. A partir de entonces comenzaron a aparecer alteraciones en el monitor y no me realizaron la prueba PH fetal (técnica que indica el grado de bienestar fetal)", explica la madre. Así, el informe pericial es contundente al denunciar que "no se agotaron los medios diagnósticos para confirmar la presencia de sufrimiento fetal". Además, recoge el documento que la madre "permanece durante una hora sin monotorización perdiéndose la valoración fetal" y "ante los evidentes signos de sospecha de pérdida de bienestar fetal debería de haberse realizado una cesárea de urgencia, en vez de esperar cinco horas más para finalizar la gestación".

Por todo ello, la aseguradora del hospital del SAS de Jerez ha acordado indemnizarlos ahora con 490.000 euros para cubrir las necesidades del niño, que son muchas, y los cuidados que necesita para propiciarle una vida digna. Pero sus padres llegarán hasta el final por la vía judicial contra el equipo médico que los atendió en aquella fatídica jornada. "Queremos justicia y que se depuren responsabilidades si las hubo. La vida de nuestro hijo está rota por un error médico", añaden con firmeza. Cuentan que se lo deben a ellos mismos y, sobre todo, a su pequeño. "Se te cae el mundo cuando te dicen que tu hijo no da opción a ser optimista, cuando te dicen que no va a hablar ni andar ni hacer nada", confiesa el padre.

Y es que la pareja se derrumba por dentro cuando recuerda los durísimos momentos en que comenzaron a digerir su situación y el incierto camino que les espera. "Se te rompen los esquemas de tu vida. Este niño ha sido buscado durante mucho tiempo. Era lo que nos faltaba para ser felices. Y en un instante, todo se esfuma", añade Esperanza, con la voz quebrada. Han sido y son muchas las lágrimas enjugadas en estos 14 meses. Pero, de momento, se vienen los dos arriba cada vez que ven los ojos de su niño.

Ellos sienten que esta "negligencia" ha puesto su futuro patas arriba y, lo más importante, le ha puesto muy difícil la vida a Marcos. Como consecuencia de la parálisis cerebral, el niño se mantuvo 41 días en cuidados intensivos y otras tantas semanas más ingresado en planta en el centro hospitalario. En un momento, incluso, se debatió entre la vida y la muerte, pero logró salir. "Sus graves secuelas le provocan irritabilidad. No puede tener un horario biológico normal. No duerme bien. Llora a menudo desconsoladamente, y sus sentidos están muy limitados: no ve bien, no sigue con la mirada, no traga...", apunta Esperanza, que sostiene que tuvieron que enderezar con garra su drama para no caer en el pozo sin fondo que se les abrió con esta situación.

La realidad de Marcos ha provocado que sus padres se hayan visto obligados a dejar sus trabajos, porque su atención absorbe todas las horas del reloj. Y cambiar su lugar de residencia gracias a la generosidad de unos familiares en Jerez para que pudieran estar cerca del hospital y de UPACE, cuyos profesionales fueron los primeros en tratar al niño y orientar a los padres.

Hoy, el bebé empieza, por ejemplo, a abrir y cerrar sus manitas. Es un pequeño gesto y una bocanada de confianza. A sus padres no les faltó un resuello de energía cuando cogieron las maletas, casi con lo puesto, camino del pueblo coruñés de Cacheiras para buscar aliento en el proyecto Foltra, que dirige el investigador Jesús Devesa, quien lleva a cabo un tratamiento pionero en España basado en la aplicación de la hormona del crecimiento en la regeneración neuronal.

Esperanza y Antonio Jesús no tienen palabras para agradecer cómo se han volcado los vecinos de El Bosque, familiares, amigos y compañeros de trabajo para echarles una mano y así poder asumir todos los gastos que conlleva este traslado. "Nos hemos agarrado a una luz mínima. Y en eso estamos. Seguiremos en esa clínica hasta que nos echen porque no nos queda otra. Quedarnos aquí significa conformarnos. Y no es justo para nuestro niño".

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