El sanroqueño implicado en el incidente del pasado martes entre la Royal Police y la Guardia Civil acudió al Juzgado de La Línea para presentar una denuncia contra los agentes gibraltareños por agredirle y llevarse su embarcación hacia el puerto del Peñón.

Según la denuncia interpuesta, dos embarcaciones de la Royal Police persiguieron sin motivo aparente a la semirrígida del denunciante, hasta que le cortó el paso una patrullera de la Guardia Civil, y al no tener nada que ocultar, el piloto de ésta juntó su embarcación a la patrullera.

En ese momento, una de las embarcaciones de la Royal Police llegó hasta donde se encontraba la embarcación perseguida abordándola. Los agentes gibraltareños, según el denunciante, le agredieron propinándole un golpe en el costado derecho.

En vista de lo ocurrido, dos guardias civiles saltaron a la embarcación para evitar que el perseguido continuara siendo agredido por la Royal Police.

Desde ese momento se inician tensas negociaciones entre ambos cuerpos y fuerzas de seguridad, permaneciendo en la zona del brazo de Poniente dos horas y media con las embarcaciones de ambos países apiñadas en un pequeño espacio de mar.

Las autoridades del Peñón trataron de conducir al hombre al puerto de Gibraltar, a lo que el propietario de la embarcación se negó.

En un momento de despiste de la Royal Police, y aprovechando que la patrullera de la Guardia Civil cortaba la proa de las embarcaciones gibraltareñas, el implicado saltó de su embarcación a otra semirrígida de la Guardia Civil, y de ésta a la patrullera, donde se quedó finalmente.

La Royal Police consiguió hacerse con la embarcación semirrígida del sanroqueño y llevarla hasta el puerto de Gibraltar, donde permanecía ayer.