El primer día del hospital de San Carlos integrado en la red pública andaluza no fue una buena noticia para los 18 trabajadores de las empresas auxiliares a los que se les notificó su despido. Tampoco para los usuarios que ven cómo las expectativas de disponer en la ciudad de un hospital propio se diluyen, sensaciones que se afianzan cuando ya en la primera jornada algunos servicios se vieron afectados pendientes de la llegada de nuevos equipamientos para sustituir a los que Defensa ha trasladado a su clínica. También por los horarios establecidos para el centro: abierto hasta los ocho de la tarde; cerrado fines de semana y festivos.

Apenas unos cartelones a los lados de la garita en el acceso al complejo de San Carlos mostraban en el exterior la reconversión interna de las dependencias. Tanto a izquierda como a derecha se señalaba la entrada peatonal. Ambas puertas comunican con la parte delimitada para el SAS con un muro. El camino habitual de los vehículos, por la derecha de la caseta, ha quedado de manera exclusiva para ingresar a la nueva clínica militar. Los coches tienen que desviarse por la verja de la izquierda. El responsable del control de acceso al espacio de Defensa se afanaba ayer en advertir a quienes llegaban en coche de que debían entrar por el otro lado. Además, continúa colocado el cartel de la pared de la garita con el nombre de hospital general básico de la Defensa, así como el letrero de la fachada del edificio principal.

En el interior las primeras actuaciones se centran, al menos estaba previsto, en conectarlo al sistema operativo informático del sistema sanitario andaluz. Entre otras cosas se han desviado las llamadas telefónicas al hospital Puerta del Mar. Eso ha motivado que los trabajadores subcontratados que realizaban las tareas de información se quedaran ayer sin empleo. Su despido se suma al de los administrativos también ayer. Esta pérdida de puestos de trabajo ya se conocía cuando a las once de la mañana comenzaba la concentración de todos los miércoles de la plataforma Los Olvidados de San Carlos, pero a su término las malas noticias aumentaban con más despedidos, un grupo de siete personas que se encargaban del mantenimiento del sistema de refrigeración. Esto hace que el número de afectados sean prácticamente la mitad del centenar aproximado de personas que componían el colectivo. "Han estado obviándonos, y siguen haciéndolo porque hemos pedido un encuentro con la delegada y la respuesta es que está muy ocupada y que no puede recibirnos", lamentaba la portavoz de la plataforma, Gloria Altero.

Los Olvidados cuestionan los planes de la Administración andaluza con el hospital, puesto que sólo se mantienen los servicios que ya se ofrecían desde hace años con el convenio que se tenía suscrito con Defensa. "Todas las plantas están cerradas, no hay UCI, ni urgencias", critica. Efectivamente, en las dependencias funcionan cinco quirófanos (uno nuevo ayer), se pasan consultas de distintas especialidades y se realizan pruebas diagnósticas. Pero si se producen complicaciones -en alguna cirugía mayor ambulatoria- los pacientes son enviados a otros hospitales. Tampoco, y con las plantas cerradas, se producen ingresos (aun cuando se esperaba que así fuera). A eso se añaden los horarios impuestos para el centro hospitalario con el cierre a partir de las ocho de la tarde, además de los fines de semana y jornadas festivas, como advirtió el presidente de la Federación de Vecinos Isla de León, Antonio Romero. Eso deja al hospital de San Carlos como un mero centro de especialidades.

"No queremos que sea un centro de salud, queremos un hospital, por eso vamos a luchar", dejó claro. El responsable vecinal se reconoció "desconcertado" y "decepcionado" con el proceder de la Junta, por el despido de las trabajadores de las auxiliares, y por que no ha informado de sus planes. Esa incertidumbre, recordó el candidato del PA a la Alcaldía isleña, Francisco José Romero, no es algo nuevo de las últimas semanas, sino que se mantiene a lo largo de los últimos años. "Había muchas expectativas, y ha sido el gran engaño . No es un hospital y no lo va a ser. Se quedará un centro de salud con pretensiones". Un centro, con el que no se cumplen, insistió, los compromisos con la ciudadanía.