Salvador Vidal, hasta hace poco tiempo delegado municipal de Urbanismo de El Bosque, anunció ayer a través de un comunicado su baja como militante del PP, formación de la que era presidente local. Vidal, además, dejará de formar parte del gobierno municipal y del Grupo Popular, aunque ayer mismo dejaba claro que mantendrá su acta de concejal "para seguir defendiendo mi dignidad y la de los ciudadanos que legítimamente lo solicitaron en su día en las urnas".

La reacción de Salvador Vidal se produce tras el enfrentamiento abierto con la alcaldesa, Inmaculada Gil (PP), que le cesó como delegado municipal de Urbanismo por supuestas irregularidades en su gestión. Al respecto, Vidal anunció que emprenderá acciones legales para la reparación de su honor y defendió en todo momento la legalidad de las gestiones realizadas por él en Urbanismo.

En este punto, explica con el único objetivo de "desatascar" las licencias de obras que estaban sin resolver o que presentaban irregularidades en este área municipal propuso la contratación puntual de un servicio externo "que sólo tendría un coste de 800 euros mensuales, menos de la mitad de los 2.200 euros que cobra la alcaldesa", añade. Esta propuesta -añade- contaba con el respaldo legal del abogado del Ayuntamiento.

Añade además Vidal que la alcaldesa de El Bosque "ha ido dilatando en el tiempo" la entrega a la oposición de "copias de expedientes urbanísticos que pudieran tener ciertas irregularidades y que yo en ningún momento me opuse a entregarles.

También refleja que entró en política "por vocación y para servir a mis vecinos", subrayando que sólo cobraba del Ayuntamiento 90 euros al mes "que iban siempre destinados a la cuenta local del partido" y que es la misma cantidad que recibe cualquier otro miembro de la Corporación Municipal.