Turismo Cuánto cuesta el alquiler vacacional en los municipios costeros de Cádiz para este verano de 2024

La hache intercalada

Pilar Paz / Pasamar

Distracciones playeras

UNA vez mas, al hundir los palos de la sombrilla playera- los de la hache intercalada e imaginaria también- caigo en la cuenta que lo hago sobre la arena impecable y aurea, en zona beduína de una de las playas mas hermosas del litoral europeo, la de la Victoria, y que, cercano a donde estoy instalándome, se yergue un chiringuito resurgido y vencedor también de la reciente amenaza de la Ley de Costas. Cierto es que prevalece, y a la vista está, el cumplimiento de ese listado de vetos necesarios para el bien común. Pero también es cierto que para imaginar o reflexionar no hay límites y resulta un sano ejercicio observar, por ejemplo y en esta ocasión, a un grupo de niños atentos a algo que se traen entre manos, cada uno a las propias, como pudiera ser un video-juego. A partir de aquello, doy rienda suelta a la imaginación que me instala en un playerío ocupado por gente absorta, cada cual ensimismado y en actitud tan reflexiva como la del pensador de Rodin. Y todo este fenómeno visionario y brevísimo, tiene sus causas en un hecho real y que ha sido noticia muy recientemente ya que el video-juego ha sido declarado oficialmente como industria cultural dentro de un panorama de ocio electrónico y digital en el que figuran nombres de jóvenes creadores como Paco Suarez, el autor del primer video-juego, o Ivan Fernández o Alvarez de Lara. Mas de 3.000 personas hay ya implicadas en esta industria de un nuevo arte para un nuevo siglo, como fruto de la tecnología y la creatividad que necesariamente obligarán al cambio y la renovación de otros productos culturales, si las empresas que los comercializa desean supervivir, como pudiera ser la de los libros. Y no es que vaya a coger desprevenidos a estos gremios, como testimonia el artículo de Javier López Yánez publicado en la Revista de la Asociación de Editores andaluces , sino por experiencia e imperativos de la historia, en el devenir y avance de la tecnología y en la labor del tiempo, del presente y futuro que es una imprevisible criba separadora de lo perdurable o transitorio. Esta es la cuestión: "O renovarse o…". Ya saben lo que sigue.

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