Tribuna de opinión

josé Blas Fernández

Yo soy autónomo

Defensa de un colectivo esencial para la economía

DICEN que uno paseaba por la orilla de una playa cuando vio, de repente, una botella flotando y dentro llevaba un papelito que no podía leerse su contenido. El bañista paseante, se acercó al ver la botella y le propinó una pequeña patadita y salió de repente un genio, el cual se sintió liberado y agradecido. El genio, dirigiéndose al bañista le manifestó: "Gracias buen amigo, ha sido usted mi salvación, pues llevo años flotando en esta botella y nadie me ha liberado, hasta que al llegar a su playa, usted ha sido el autor de mi nueva vida. Esto no podré olvidarlo pues ya esperaba morirme pronto y quiero que me pida lo que desee para concedérselo sin más".

El bañista muy nervioso y acelerado a la vez, no supo articular palabra y le dijo con temor: "Quiero pedirle que nunca me ponga enfermo" a lo que el genio le respondió sin titubear:"AHORA MISMO LO HAGO TRABAJADOR AUTÓNOMO" y se marchó.

¿Qué quiso decir el genio?, pues muy sencillo, que el autónomo no puede ni siquiera ponerse enfermo, ya que en la pura realidad de la vida, quien trabaja por cuenta propia, es un auténtico "esclavo" de sus decisiones, ya que es paradógico comprobar cómo no existen horas en el calendario para el ejercicio de su actividad y cómo la vida del autónomo es un sinvivir permanente en la búsqueda de trabajo e ingresos para subsistir en un mercado como el actual, tanto económico como laboral.

Hoy, muchos emprendedores que inician su quehacer en un mercado tan competitivo, no saben si pueden llegar a final de mes, pues la economía sumergida y el constante fraude existente por la competencia desleal, hace que sea imposible llegar a un final feliz y aún más, cuando los costes salariales de un convenio colectivo están pensados para empresas que poseen una gran infraestructura, pero no es de recibo que una micropyme o pyme, tenga el mismo tratamiento fiscal y laboral que una multinacional, por ejemplo, pues la pyme o micropyme suele tener solo un trabajador o colaborador y no más de cinco, o lo que es peor, ninguno, pues el autónomo tiene que hacer de todo y valerse de sus limitadas capacidades para subsistir en ese mercado en el que abrir por las mañanas sus puertas es toda una odisea. Llamar empresa a un profesional o comerciante que tiene una trabajadora a media jornada y que tiene que buscar su propio trabajo porque las administraciones no le ayudan, es una falacia.

Es curioso comprobar cómo si el autónomo se pone enfermo y no puede acudir a su propio trabajo organizado y sufrido por él, tiene que poner un sustituto en su lugar, de lo contrario la Seguridad Social no paga su prestación de baja por enfermedad o accidente y de no hacer esto deberá cerrar su negocio o despacho profesional mientras dure esa enfermedad, salvo y aún más complicado poner un sustituto de sus misas características, es decir, si se trata de un médico o profesional del Derecho, tendrá que sustituirle otro de igual titulación, con lo cual ello, es prácticamente imposible. Y eso es lo que hay, pues si te "cogen" abierto y como autónomo estás dentro aunque sea escuchando el contestador telefónico, tienes que devolver esa prestación y pasar a la lista de personas que cometen fraude. Luego, si te quieres jubilar, deberás estar al corriente de pago con la Seguridad Social y mientras no abones hasta el último euro no cobrarás esa pensión que te pusiste en cuantía de una base de cotización mínima, que habitualmente pagas con miles de sacrificios o con recargo porque algún mes que otro no te llegaba ni para comer, es decir que según cotices tú voluntariamente y según tu edad, te quedará esa prestación, mientras verás con tus ojos cómo tu empleado que cotizaba por el convenio colectivo del sector de tu empresa, le quedará más que a ti, pues es frecuente hoy ver cómo los trabajadores por cuenta ajena, perciben en una gran mayoría más pensión que el empresario o empleador que lo tenía en su plantilla y no digamos algo más, si tu no pagas las cotizaciones de tu empleado y trabajador, eso a ellos no les perjudica, tú recibirás los correspondientes apremios y embargos, pero ese trabajador siempre cobrará su pensión aunque tú no hubieses pagado, dando igual por qué tú no has podido pagar, si obedece a razones económicas o de quiebra. Sin embargo, si eso mismo te ocurre a ti en tus pagos al RETA o no has podido ponerte al corriente pese a tener cotizaciones altas, tú no cobras nada, te pongas como te pongas. Y luego, está el "paro", que lo han vendido a bombo y platillo para el autónomo, pero claro, hay que leer la letra pequeña; en realidad, es una odisea el poder cobrar el desempleo, además de que para ello, es necesario cotizar por un tiempo muy superior al de los trabajadores y, todo ello, para que te quede algo irrisorio y ridículo y siempre entrando en la "tómbola" de que te toque tu número de la suerte.

En resumen, ser autónomo es hoy ser valiente, atrevido, intrépido y héroe, como poco, pues respondes con tus huesos, mejor dicho, con tus bienes personales y todo aquello que te puedan "coger", ya que serás perseguido hasta el catre.

Después las administraciones, sean del color que sean, te echarán flores, te llamaran emprendedor, te dirán que eres el que crea empleo, que eres un sacrificado y que gracias a ti el país se levanta con ilusión por las mañanas, pero te aconsejo algo, ser autónomo no es nada de eso, es como el genio de la botella, no te pongas enfermo que vas a pasar más hambre que un caracol en un espejo.

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