Turismo Cuánto cuesta el alquiler vacacional en los municipios costeros de Cádiz para este verano de 2024

Efecto Moleskine

aNA SOFÍA / PÉREZ- / BUSTAMANTE

España inwertebrada

V UELVE el otoño al mundo real (extramuros de El Corte Inglés), los coleccionables a los kioscos, los profesores y alumnos a sus jaulas. En una asignatura el examen de repesca ha versado sobre Triunfo, la famosa revista de izquierda republicana. Estamos en 1982, cuando el Estado de las Autonomías echa a andar recién conjurado el golpe de Tejero, con una progresía inmersa en el desencanto de los pactos de la Moncloa. El dossier España como invento se dirige a desmontar la idea de España como unidad trascendente de espiritualidad católica y corazón centralista y dinástico. 'La chapuza nacional' ataca la secular mentalidad de desprecio del trabajo, política de paños calientes y soluciones improvisadas. Los articulistas (Cueto, Haro Tecglen, Vicent, Umbral) luchan contra nuestro fatalismo autocomplaciente y victimista. Treinta años después mis alumnos verifican, consternados, que parece viviéramos en un eterno 'Día de la Nutria' 1982. Basta asomarse a las radiotertulias para constatar cómo persisten los argumentos viscerales y dogmáticos en torno a cuestiones como el nacionalismo catalán (ahora que los catalanes han dejado de ser el mal menor, comparados con el terrorismo vasco). Qué poco hemos aprendido de la España invertebrada de aquel mestizo madrileñocatalán Ortega y Gasset. Parece increíble que aún no hayamos procesado que un estado se edifica sobre la defensa pragmática de intereses comunes. Sin embargo, persiste un espíritu Ortega en la derecha: el de la defensa de una élite burguesa minoritaria en una sociedad más que nunca de masas. Mis alumnos confunden 'hobbit' con 'hobby'. Últimamente, mis alumnos deben de proceder mayormente de la Tierra Media. Mientras, España, como decía hace mucho Manuel Vicent, parece dividida en dos: una torre eléctrica en torno a la que se reúne la flor y nata de la oligarquía de siempre, y un palo enjabonado al que trepan los tribunos de la plebe para ver quién se lleva el pollo al agua. Alrededor (y van tres), una comunidad infantiloide que vive (y deja de vivir) en una confusa ficción aculturada. Cada vez que enchufo la tele me sale el canal de 'Aquí no hay quien viva'. Crimen y castigo, supongo yo, pecadora, heredera de los Conquistadores.

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