Carnaval

"Hay quienes en lugar de una chirigota sacan una cabalgata"

  • El coplero, este año en dique seco, defiende el estilo clásico y rechaza los aditivos forzados de figurantes, atrezzo y cameos de la modalidad

Treinta años consecutivos en el Carnaval dan para mucho. Por ejemplo, para recibir este año el Antifaz de Oro. Uno de los referentes de la chirigota gaditana en los últimos 20 años cuenta cómo ve la modalidad y la fiesta en general desde el prisma de quien se toma un año sabático.

-¿Cómo ha pasado las noches de los últimos cuatro meses un hombre que ha estado 30 años ensayando ininterrumpidamente?

-He descubierto un nuevo mundo. Hay vida después del Carnaval. Yo nunca había visto un partido de Champions. Me he enganchado a varias series. Cenar tranquilamente y no a la carrera o tarde. He descubierto la vida normal. He ocupado un espacio que mi mujer no tenía destinado a mí (risas).

-¿Es un parón de un año o con vistas a prolongarlo?

-No lo sé. No salir engancha. Además, tendría que pensarlo mucho para no repetir el error de los últimos años, en los que he salido por salir. Lo reconozco. Intentando hacerlo lo mejor posible, pero con esa inercia de un año tras otro sin pararte a pensarlo bien. Además, no estaba en un buen momento laboral. Se tambalea tu casa, se tambalea tu ánimo. Buscaba el ensayo como válvula de escape. En el boquete (local de ensayo) no te das cuenta. En el Falla, sí. El primer día de concurso ya sé cómo voy a quedar.

-¿Conoce usted su futuro en el Concurso nada más debutar?

-Plenamente. Lo descubrí hace años. Fui uno de los que propuso el sistema de cuartos y semifinales. Y lo hice precisamente por mí mismo. Cantar dos veces en semifinales sin merecerlo no es normal. Para un segundo pase, por hacerlo de mala gana, es mejor quedarse en cuartos. Y cuando comencé a pensar que mi meta era cuartos, estaba siendo doloroso.

-Sobre todo por el prestigio, por el currículum que usted lleva detrás. Un peso, ¿no?

-Es más peso para la gente que para ti. Por haber ganado una vez no tiene uno la potestad de ganar siempre. Esto es muy relativo. Nunca me puse presión, pero la gente te la pone. Nunca fui sensible al comentario de la calle. No hace falta que nadie me diga que he sacado un mojón. El primer crítico contra mí soy yo y reconozco que las últimas chirigotas las estaba haciendo al pegote.

-¿Algún proyecto claro?

No, aunque me han propuesto cosas. Grupos enteros y autores que se han ofrecido a ayudarme. Jamás hablo de Carnaval un año antes. No estoy tan enfermo. No pega con este frío. Si veo una idea resultona, no voy a decir que no vaya a caer en el charco. Pero me lo voy a pensar mucho. Tendría que gustarme mucho la idea.

-De todas formas con tus hijos, Manolito y Palmira, saliendo, suponemos que se mantiene en casa ese ambiente de Concurso.

-Ahora es peor. Más ambiente. Y mi hija, que ha salido por primera vez, se lo toma todo con mucha pasión. Todo nervio. Pero me gusta ver esto en casa y más en el ambiente en el que se mueven ellos. Son gente muy sana la de esos dos grupos, mi hijo con 'El Canijo' y mi hija con el coro 'Las cacas'.

-Más o menos como algunos de los grupos de su padre.

-(Risas) Yo he llevado lo mejorcito de cada casa. Me gustó siempre rodearme de sinvergonzonerío. Gente que no va a misa de 12. Y te ríes mucho. Conmigo se han juntado verdaderos personajes. Son dos horas de ensayo monumentales. Son gente auténtica del Carnaval. Quizás de un Carnaval que hoy la gente no entiende. Ahora a muchos les ha dado un siroco en el coco creyendo que hay que ser Garcilaso de la Vega. Parece que es malo ser un autor de barra, sin estudios.

-No corren buenos tiempos para la chirigota clásica. Porque usted es un clásico, ¿o no?

-Eso es una etiqueta que me pusieron. Yo hago la chirigota que me gusta. No veo tanta diferencia entre estilos. Prácticamente entre pasodobles que hacen reír y otros más serios. 'Los borrachos' era la chirigota clásica de las dos que hicieron ellos ese año.

-Y si vuelve, ¿optaría por el mismo estilo o te adaptarías a los nuevos gustos?

-No entiendo otro tipo de chirigota. Ponerse delante del público, de la prensa, es para aprovecharlo. En los dos pasodobles hay que decir algo interesante, crítico.

-¿Cómo está viendo la modalidad de chirigotas últimamente?

-Tanto rollo de que hay que innovar y lo único que ha cambiado es que se está llenando el escenario de tiestos. La mayoría de los pasodobles y los cuplés están hechos a trozos de pasodobles antiguos. Los tipos, casi todos remakes de años anteriores, pero pocos giros al indio, al pirata, al comboi, que van a seguir saliendo. Lo que es innovar, no lo veo. Aquí está todo inventado.

-¿Siente que el estilo de chirigotas que usted hace no tiene ya sitio, que no está de moda?

-No ha estado de moda casi nunca. 'El crimen del mes de mayo' era calificada de moderna porque cantaba mejor que las clásicas. Siempre hay una chirigota clásica, que es la que ganaba antes. Tiene su público eso de cantar pasodobles bonitos, aunque cada vez menos. Ahora, por la calle, me dicen que me echan de menos... los mismos que antes te echaban de más. La chirigota clásica siempre estuvo infravalorada. Lo curioso es que los grandes pelotazos los han dado chirigotas clásicas, que no hacían tanto reír. De las chirigotas modernas no se queda casi nada. En reuniones privadas se canta sobre todo lo que tiene sentimiento. Los chistes se queman con el tiempo.

-Sin embargo estaría dispuesto a volver...

-Porque es lo que me gusta. Es masoquista, lo sé. Pero no voy a hacer nada que no me guste aunque sea lo que esté de moda. Lo que no estoy dispuesto es a cambiar el repertorio por los gags visuales. No soy antiguo, tengo otra forma de pensar. Tachar de antiguo a quienes no queremos llenar el escenario de tiestos me parece una temeridad. Hay grandes monstruos del teatro a los que no les hace falta ni decorado. En Carnaval, la modernidad no es hablar de una persona en un cuplé y subirla al escenario.

-Efectos especiales, cameos, atrezzos y complementos que vienen y van, figurantes... ¿qué fue de la chirigota de toda la vida?

-Se utiliza todo esto, creo, por la inseguridad en las letras. Hay quienes no confían mucho en el chiste que llevan y por eso sacan al escenario a la persona a quien va dedicada la letra. Y ahí se aseguran el aplauso y las risas. Le quitas todo esos postizos a esas chirigotas y se quedan en nada, en el chasis. Modernidad sería dar otro giro a la chirigota. Modernidad es lo que trajeron 'Los cruzados mágicos'. Con cualquier pretexto se sacan cosas y gente en el escenario. Si eso es innovar, no está aportando nada al Carnaval. Hay chirigotas que en una esquina son iguales que en el Falla. Hay otras que todo lo que les envolvía se quedó en una nave industrial y son un fraude en la calle. La mayoría de los atrezzos no están justificados. Hay quienes en lugar de chirigotas sacan una cabalgata.

-Cada vez es más difícil sorprender.

-Yo creo que ahí también está el defecto. Tú tienes que ir a cantar dos pasodobles y dos cuplés. Esto no es el Circo del Sol. Es una chirigota y no se le puede pedir nada más. Una chirigota es completamente amateur y se está exigiendo un nivel que no está a nuestro alcance. Esto hay que desmitificarlo. Hay mucho fanatismo y se le dice 'genio' con una gran facilidad a casi todo el mundo, cuando esto no es más que Carnaval. Una afición. Hay aficionados que han salido este año del Falla llorando porque su agrupación les ha defraudado. Los autores somos copleros. Unos buenísimos, otros regulares y otros malos. Ninguna comparsa o chirigota, con todo el mérito del mundo que tienen, es una obra maestra. Piden que una chirigota sea una obra de teatro de 'La Cubana'. Y pedir que lo único que debe hacer una chirigota es hacer reír es minimizarla demasiado.

-¿?

-Sí, sí, La chirigota es mucho más que hacer reír. Hay pasodobles que van a pasar a la historia, que las cantan artistas en sus repertorios. Tiene otras cositas.

-¿Qué opina del debate sobre el ambiente del Falla, sobre si vender más entradas a los gaditanos que a los de fuera, de internet y todo eso?

-Hay gente que cree que detrás de internet no hay vida. En la tele salieron los aficionados del Bilbao haciendo cola en San Mamés para las entradas del partido de Copa, durmiendo con casetas de campaña. Y nadie se echó las manos a la cabeza ni dijo que era una chusma. Es que hay un tipo de público que le gusta hacer cola. Y el público está muy extraño. Hay una parte que no sabe lo que va a ver, que se cree que va a ver el Circo del Sol, otra parte de fanáticos que sólo van a ver a su agrupación y si pueden se cargan a las demás y los que quieren ser más protagonistas que los que cantan.

-¿Hay alguien en el Carnaval actual que le resulte admirable?

-Todo el mundo que saca una agrupación, será porque a mi me cuesta mucho escribir. Intento sacar lo positivo de cada grupo. El punto malo te lo encuentras sin querer. No soy objetivo con 'El Canijo', porque sale mi hijo, pero llevan un pasodoble que me ha sorprendido, de Tino, con un trío precioso. Y 'El Canijo' escribe muy bien. La chirigota de Algeciras me ha sorprendido y hay comparsas que no han pasado, de jóvenes, como 'OBDC', que no entiendo, siendo tan críticos, cómo no han pasado. Y admirable es cómo está entrando la mujer en el Carnaval. Y autores como Martín o Quiñones, gustando a tres generaciones, no tiene nombre. Para un monumento en vez de una placa.

-¿Cuál ha sido su mejor época en el carnaval?

-La de inicio en juveniles y las primeras con el Noly y El Petra, la etapa de aprendizaje hasta llegar con 'Las olas del campo er sú' a la primera final. Luego con Carapalo en 'El crimen', la legión... una época preciosa. Y la última, después de varios vaivenes, cuando 'Los Peperonni', 'Los de capuchinos'..

-¿Le dio pena que se fuera El Petra y no haber hecho con él las paces?

-Por supuesto. Teníamos una relación demasiado seca para la amistad que habíamos tenido. Y más siendo el padrino de mi hijo. Nadie nombra padrino de un hijo a nadie que no sea amigo. Yo viví muchas cosas con él y me emociona mucho hablar de esto, pero la culpa la tuve yo, totalmente. Me arrepentiré eternamente. Una de las cosas que más me ha cabreado es haber perdido amigos por el Carnaval. Eso es una tremenda tontería. Con 'Carapalo' he vuelto a hablar en los últimos meses y mira lo que pasamos juntos en el Carnaval. Somos tontos los que nos creamos enemistades por esto. Algo muy positivo de estos homenajes al Petra es comprobar el buen rollo que hay en la modalidad de chirigotas.

-¿Qué le ha dado a usted el Carnaval?

-Alegrías, buenos momentos, amigos. Malo, poco. De lo contrario no hubiera estado 30 años saliendo. Y reconocimiento, que a todo el mundo le gusta. Es bonito. Aunque yo me siga sintiendo un chaval de barrio, es bonito ser reconocido.

-¿Y usted a la fiesta? Además del pasodoble del Cádiz, claro.

-Parece que uno no ha hecho más que el pasodoble, pero es verdad que es más bonito dejar al Carnaval una letra que se queda en la memoria que un primer premio. Y yo había escrito ya antes al Cádiz, pero el Falla tiene esas cosas. El pasodoble fue el menos puntuado de 'Los peperonni' y eclosionó el año de 'Los capuchinos', dos años después, cuando lo cantó todo el teatro. Son cosas que no se pueden explicar o controlar. Al Carnaval le ha dado coplas, sin más pretensiones, algunas mejores que otras. Que cada uno elija la que quiera.

-¿Qué echa de menos en el Carnaval actual?

-Crítica social. Se ha perdido. Y no entiendo por qué. Y más en esta época. Fletilla o El Carota ya estarían en la cárcel con la que está cayendo. Ahora que hay libertad para todo, no se dice nada. Autocensura. La gente no escribe de política, ya no se valora o temen represalias, y prefieren escribir sobre el concurso o sobre compañeros. Es posible, en el caso de Cádiz, que la mayoría de autores estén conformes con lo que pasa en la ciudad. Y sería lo lógico viendo que la alcaldesa saca una mayoría absoluta tras otra. Pero claro, no vende cantar a favor del PP. Esa es otra, los autores deben ser de izquierdas a la fuerza. No tiene porqué. Hay agrupaciones hechas por y para el Concurso, que se retroalimentan del mismo. Un cuplé a Juan Carlos, otro a Ramoni, otro a Agustín Bravo, y ya tienen el repertorio hecho.. agrupaciones que ni antes del Concurso ni después tienen razón de ser. Y está mitificado el cuplé 'fresquito', de ayer, que la mayoría no tiene gracia porque se basan en cameos. Y la gente se parte. El cuplé será fresquito, pero es muy malo, joé.

-¿Qué le supone recibir el Antifaz de Oro?

-Lo agradezco, aunque nunca estuve de acuerdo en la forma de darlo. Nunca me he escondido con esto. El premio en sí es importante por la importancia de quienes ya lo tienen. Creo que debería ser un premio más cualitativo que cuantitativo, pero me ha hecho mucha ilusión recibirlo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios