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Una prórroga para olvidar ahoga al Cádiz

  • Los amarillos se despiden de la Copa del Rey a pesar de gozar de ocasiones para sentenciar en Cuenca · Juanma estrelló el balón en el larguero en una acción que pudo ser el 0-2

Primer revés. El Cádiz se despide de la Copa del Rey sin tiempo para saborear el torneo del k.o. ni para soñar con la hombrada de los modestos que llegan más lejos de lo esperado. En Cuenca se acaba la posibilidad de hacer caja en un futuro, así como la de dar minutos en este torneo a los que apuntan a suplentes o no convocados para la Liga.

No estuvo fino el equipo de Javi Gracia para hacerse notar sobre el césped de La Fuensanta. Y a pesar del empuje exhibido en muchas fases del encuentro, el resultado final dictamina que debió exponer bastante más de cara a portería para imponerse a un Conquense que se metió mejor en la eliminatoria en el momento decisivo y que sale doblemente victorioso: por seguir en el torneo y por vencer a un Cádiz al que la prensa local calificó en la previa como "histórico de lujo".

Le costó al equipo gaditano encontrar su mejor sitio sobre el césped, y fue así porque los hombres llamados a tener la posesión, Ormazábal y Carlos Caballero, aparecieron poco al principio acusando ambos una mordiente necesaria en este tipo de campos. El Conquense lo aprovechó para adueñarse de la zona ancha y poder buscar con más comodidad el pase al veloz Martins, el jugador más incisivo del equipo local. A pesar de que el primer aviso corrió por cuenta de Enrique, las acometidas de los blanquinegros eran más continuadas obligando a Casilla a esforzarse al máximo. Cuando no pudo por quedarse vendido, el esférico se topó con el poste como en el remate de Juanjo tras pase de Martins.

El Conquense no hizo bueno su dominio y lo pagó con un buen gol de Juanma. El jugador cedido por el Espanyol cruzó con habilidad un excelente centro del mejor Enrique, que en la primera parte fue, junto a Cristian, de los destacados.

La temporal ventaja en la eliminatoria no era óbice para reconocer que el juego de los amarillos dejaba que desear en muchos conceptos, sobre todo en la creación y en seguir las dejadas de Enrique y Rubiato, que ganaron casi todas las acciones por arriba. Además, la zaga cadista sufría por culpa de la falta de contundencia de los centrales y por la mala noche de Raúl López, horrible durante la primera parte.

El Cádiz cambió para mejor tras el descanso. A buen seguro que las quejas de Javi Gracia fueron contundentes, lo que el equipo entendió para sacar los dientes y ahogar a su rival empezando a ganar la batalla en el centro del campo. Por si quedaban dudas, Bezares entró en acción en lugar de Ormazábal. El equipo amarillo evolucionó como era de esperar y empezó a crear ocasiones clarísimas. En una de ellas Juanma mandó por debajo de las piernas del portero un fuerte lanzamiento que se elevó y repelió el larguero. Al minuto Rubiato, de cabeza, no supo aprovechar un despeje del portero Raúl. El Cádiz apabullaba en juego al rival pero no lo traducía en el marcador. Fueron los mejores minutos del Cádiz.

Sin embargo, pasado el ecuador del segundo periodo el conjunto amarillo dio un paso atrás y el Conquense empezó a creer en sus posibilidades, asomándose como en el primer tiempo por las inmediaciones de Casilla. Para desgracia del Cádiz, Beñat avanzó en un ataque por el borde del área y soltó un zapatazo que no alcanzó Casilla.

En la prórroga al Cádiz le entró una pájara impresionante encajando dos goles, uno al final del primer tiempo de la prórroga y otro al inicio del segundo; este por culpa de un garrafal error de De la Cuesta. La reacción no existió porque el Cádiz perdió el rumbo y sólo apelando al orgullo de Raúl López tuvo en botas del jerezano los penaltis.

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