El morbo está servido. La tercera eliminatoria de la Copa del Rey depara un emparejamiento entre los dos equipos de la provincia que estaban en el bombo del sorteo celebrado al mediodía de ayer en la sede de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). El Cádiz se medirá a la Balona el próximo miércoloes 5 de octubre en el Municipal de La Línea -en hora por determinar- en un duelo a priori parejo entre dos equipos hermanos que se conocen de sobra porque coinciden en el grupo IV de Segunda División B desde hace varios años. Justo cuando se cumplen 35 años de la primera y única vez que se citaron en el conocido como torneo del k.o., amarillos y albinegros vuelven a encontrarse con el objetivo común de seguir adelante. A finales de los 70, el Cádiz militaba en Segunda División A y la Balona lo hacía en Tercera División. Tres décadas y media más tarde, uno está un peldaño más abajo, el otro uno más arriba y los dos forman parte de la categoría de bronce.

Dos clubes que mantienen excelentes relaciones institucionales, con aficiones que se respetan y se tienen cariño, pero se ven abocados a librar una dura batalla deportiva porque sólo uno podrá seguir adelante, el que se lo gane sobre el césped artificial del coliseo linense dentro de algo más de tres semanas.

Sólo uno de los dos, el que salga victorioso del cruce, vivirá la inolvidable experiencia de enfrentarse a uno de los clubes de Primera que juega competición europea (Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid, Athletic de Bilbao, Sevilla y Villarreal). Un premio en el plano deportivo pero, sobre todo, en el económico, por los ingresos que pueden suponer para cubrir buena parte del presupuesto de la temporada. La visita de un grande al estadio Ramón de Carranza sería un soplo de aire fresco para las debilitadas arcas de la entidad con sede en la plaza de Madrid.

En el Cádiz había expectación por conocer el rival que se cruza en el camino de acceso a los dieciseisavos del torneo copero. Toca la Balona, un hueso duro de roer. De hecho, a día de hoy es el equipo más en forma de un grupo IV que lidera tras la conclusión de la quinta jornada de Liga. A falta de 23 días para la disputa de un choque trascendental para ambos clubes, la Balona demuestra con números estar más entonado que un conjunto amarillo que no termina de arrancar el motor. Tres semanas es mucho tiempo para saber cuál de los dos llegará en mejor momento a un duelo copero en el que amarillos y albinegros se emplearán a fondo porque saben de sobra lo que se juegan.

La escuadra de La Línea parte con la ventaja que da ejercer de anfitrión en una eliminatoria que se decide a partido único, aunque para los amarillos es un mal menor tener que hacer un corto desplazamiento de una hora y media en autocar, sobre todo después de visitar al Melilla varios días antes. Cádiz y Balona se enfrenaron dos veces en verano en plena pretemporada. La primera ocasión fue en el Trofeo de la Sal en San Fernando, en un amistoso de 45 minutos en el que se impusieron los de Rafael Escobar por 1-0. Unos días después se volvieron a ver las caras en un nuevo ensayo, esta vez disputado en La Línea, que se saldó con un empate a uno.

El duelo entre hermanos añade un punto más de morbo por la presencia de Abdoulaye Fall en las filas de la Balona después de que el Cádiz no contara con los servicios del medio africano, que querrá tomarse su particular revancha frente al equipo que se deshizo de él en verano.