Cádiz

Las ofertas previas a las rebajas también interesan a los usuarios

  • Consumidores en el centro de Cádiz reconocen que con la crisis miran con lupa los precios

"Le llamamos promoción porque es ilegal decir rebajas, pero es la forma de que los clientes hagan cuerpo para el 1 de julio", comenta la encargada de una tienda de ropa femenina de la capital gaditana, concretamente del centro del casco histórico. Los descuentos protagonizan algunos escaparates como gancho en época de crisis. "Junio es un mes flojito de ventas, por eso hacemos descuentos", señala Agustina Regodón, propietaria del establecimiento Duendes dedicado a ropa infantil. ¿Funciona? Parece que sí. Regodón lo aclara: "Llamamos así la atención y entra más gente".

El público mira con lupa los precios. "Los clientes nos preguntan si vamos a adelantar las rebajas porque esperan esa época para gastar. Ahora, en la segunda quincena de junio siempre hay un bajón grande. Normal. hay que comprender que no quieran comprar algo que puede estar a la mitad de precio dentro de quince días", asegura Raquel Alfaro, encargada de Gocco, tienda dedicada también a la moda para niños. Aún así, y con la crisis en su momento más álgido, Raquel reconoce que el año pasado por estas fechas "estaba la cosa mucho peor y tuvimos que poner 50 por ciento de descuento".

Las tiendas Precchio y Women'secret se ponen de acuerdo en sus descuentos, mitad de precio, pero no en la época en la que estamos. "Oferta especial de primavera" reza en el escaparate de la primera y "Summer promotion" en el de la segunda. Festa, por su parte, anuncia "ofertas especiales". Ayer estaba muy poblada de público, en la calle Columela. "Super ahorro" puede leerse en Salvador Bachiller, de la calle Ancha. Igualmente pueden verse descuentos de hasta el 50 por ciento en establecimientos señeros de extramuros como Cortefiel y El Corte Inglés, con ropa al 30 por ciento.

El consumidor, condicionado por la crisis, sigue al acecho de una buena oferta. Por eso espera al 1 de julio. "Estoy mirando cosas, pero me cuesta decidirme. Si compro ahora me va a dar coraje en julio ver la misma prenda mucho más barata", dice Estefanía Herrera, una joven estudiante mientras elige una camiseta en una conocida franquicia. Otras personas se atreven con estos descuentos previos a las rebajas. "Me he comprado esta falda a buen precio. Lo mismo está un poco más rebajada en julio, pero prefiero la tranquilidad de comprar sin aglomeraciones. Además, de aquí al 1 de julio tengo dos semanas más para lucirla", destaca entre risas Lourdes Sánchez, otra joven que acaba de hacer una compra en la calle Columela.

Antonio Figueroa reconoce que los carteles con descuentos en los escaparates le llaman la atención. "Siempre entro por si acaso, pero mirándolo todo con atención. No me gusta comprar impulsivamente ni en rebajas. Este año me lo tomo con calma. La crisis manda", certifica como si fuera la declaración de intenciones generalizada.

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