Cádiz

El tibio respaldo salesiano

  • Ningún miembro de la congregación salesiana acompañó a López Luna en su comparecencia

Salesianos cedió ayer el salón de actos de su Inspectoría, organismo encargado de que en sus centros se lleven a cabo buenas prácticas educativas, para que López Luna diera la versión de los hechos, aunque más que la versión lo que hizo fue un relato de lo que habían supuesto estos tres años para él. Esa cesión ya podía parecer un respaldo a un miembro de su congregación, pero nadie, excepto su abogado, compareció junto a él.

Salesianos se limitó a repartir un comunicado en el que se expresaba "el más absoluto respeto por el devenir del procedimiento judicial" y su "ánimo de cooperación con la Justicia". La nota continúa afirmando que "el propósito único de la Congregación en este procedimiento, u otro, es que resplandezca la verdad y su inquietud y la preocupación principal como educadores es el bien de los menores que los padres o tutores no confían. Todos nuestros desvelos y esfuerzos van encaminados al objetivo no sólo de proteger a los niños, adolescentes y jóvenes, sino de ayudarles en su desarrollo pleno y feliz. Esta pretensión no contempla excepciones".

El apoyo a López Luna se limita a una frase en la que simplemente se afirma que "se espera y desea que se confirme la libre absolución del salesiano F.J.L.L. (sin poner su nombre completo, pese a ser de todos conocido), como consecuencia de que se acredite de forma indubitada que no ha realizado ningún ilícito penal".

Sin embargo, hubo interés entre los periodistas por conocer cómo era posible que López Luna hubiera seguido realizando tareas dentro de la Congregación, aunque fueran administrativas, cuando en cualquier caso de este tipo, al menos en la escuela pública, se hubiera apartado al docente por completo de cualquier tarea hasta que se resolvieran los hechos. No hubo contestación por parte del abogado, que tampoco quiso contestar si él había sido contratado directamente por López Luna o por la Congregación Salesiana. es decir, quién era realmente su cliente. "Eso es una cuestión privada", se zafó. También se preguntó si, en caso de que fuera absuelto en el Supremo, López Luna pensaba volver a la docencia. Con el laberíntico razonamiento en sus respuestas que presidió toda su comparecencia el abogado dijo que ni sí, ni no, ni todo lo contrario. Que quién sabe.

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