Salir a la calle a protestar, a reclamar, a exigir con pancarta en mano. Una imagen que se repite, que está a la orden del día, porque no hay semana en la que no se convoque alguna manifestación y lluevan quejas. Pero otra cosa bien distinta, que no sucede con tanta frecuencia, es que quienes se han desgañitado la garganta con gritos y cánticos reivindicativos, se marchen a casa satisfechos, emocionados, con un nudo en esa garganta desgarrada. Justo esto les ocurrió ayer a centenares de estudiantes que secundaron la huelga convocada por el Bloque Andaluz Sindical Estudiantil (BASE) y participaron en la manifestación que se inició, a las 11 horas, en la Plaza Fragela y concluyó hora después en la sede del Rectorado de la Universidad de Cádiz.

Sus reivindicaciones, tres: Defienden el fraccionamiento del abono de la matrícula en cuatro plazos, facilitando así el pago a las personas con menos recursos. Reivindican el derecho a paro académico convocado por los estudiantes. Y se oponen a la expulsión de universitarios cuyos padres estén en paro y, por tanto, carezcan de ingresos.

Tres peticiones respaldadas por tres mil firmas que la Asociación Estudiantil Contra la Precariedad (miembro de BASE) ha recabado en Cádiz, y que ayer, para sorpresa de muchos, recibieron también el respaldo del equipo rectoral de la UCA. Los manifestantes, que rozaban el millar, se llevaron esta alegría tras manifestarse por varias calles del centro y acceder a la sede principal de la Universidad gaditana -en la calle Ancha- para hacer entrega del documento con las rúbricas.

"¡El movimiento estudiantil funciona!", les saludó con ímpetu el vicerrector de Alumnos, David Almorza, en el patio del edificio. "Tenéis que seguir expresando lo que queréis, lo que reivindicáis. Quedarse en casa no funciona, hay que salir a la calle. Y no estáis solos, la UCA está con vosotros", les transmitió. La respuesta llegó en forma de aplausos, que se tornaron ovación cuando el vicerrector les garantizó que sus reivindicaciones van a ser debatidas en los próximos días en asambleas públicas en las que los estudiantes están invitados a participar, y posteriormente serán llevadas a Consejo de Gobierno para su aprobación.

Almorza abordó los tres puntos en presencia del medio millar de jóvenes que accedió al inmueble. Otros muchos se quedaron fuera dada la falta de espacio. Primera reivindicación: "Reclamáis la ampliación, con carácter general, de los plazos del pago de la matrícula, y vamos a trabajar en ello, aunque es la Junta de Andalucía quien tiene la última palabra. Pero para casos especiales, ya hemos ampliado los plazos. Octubre y diciembre son los meses fijados por normativa para pagar la matrícula en dos partes; y la UCA, para casos excepcionales, ha establecido también los meses de marzo y mayo para quienes no puedan pagar la matrícula en octubre y diciembre, y además ha añadido un tercer plazo en septiembre". Aunque esta medida se acordó meses atrás y ya se han acogido a ella "muchos alumnos", según comentó Almorza a este medio, la mayoría de los estudiantes la conocieron ayer, de ahí que la recibieran con alborozo, como una auténtica victoria.

Segunda reivindicación: "Defendéis que se instaure el derecho al paro académico convocado por vosotros, los estudiantes, algo que ya se hace, según decís, en las Universidades de Sevilla y Pablo Olavide. Pues bien, nuestro compromiso es hacer una normativa. Nos sentaremos la semana que viene, examinaremos los reglamentos de esas dos universidades y nos pondremos a trabajar en esa nueva normativa que, finalmente, deberá aprobar el Consejo de Gobierno, no el rector". Aplausos, aluvión de aplausos.

Y tercera reivindicación: "Pedís que no se expulse a compañeros por impago, y puedo decir que todavía no se ha expulsado a nadie por ese motivo puesto que hemos ampliado el plazo hasta septiembre, como he dicho. Pero este asunto hay que hablarlo, así que vamos a celebrar reuniones públicas con vosotros entre el 3 y el 9 de mayo. Celebraremos asambleas públicas y abordaremos este tema". Más aplausos, sonrisas agradecidas y muchos ojos brillantes. "¡Sí se puede! ¡Podéis! Pero tenéis que pedirlo, que exigirlo, que luchar juntos. Enhorabuena", se despidió de ellos David Almorza, y la emoción se desbordó en algunos rostros.

"¡Esto no es el final, sino el principio de nuestras reivindicaciones! Debemos seguir el contacto entre nosotros. ¡Hay que continuar porque son necesarios muchos días como éste!", alentó vía megáfono María Romay, miembro de la Asociación Estudiantil Contra la Precariedad. Su compañero, Pepe García, no ocultaba su emoción, visible en sus ojos acuosos y en el vello erizado de sus brazos. "Hoy es un día histórico para el movimiento estudiantil", dijo eufórico. "Creo que no somos del todo conscientes de la importancia del día de hoy, pues desde 2001, con la LOU, el movimiento estudiantil no había conseguido prácticamente ninguna de sus reivindicaciones. ¡Esto es para nosotros toda una victoria!", compartió sonriente.

Los universitarios y estudiantes de institutos y de las escuelas de Hostelería de la ciudad que secundaron la manifestación fueron abandonando, al borde de la una del mediodía, el edificio. "Ha merecido la pena", reflexionó con voz débil una alumna de Historia que, una hora antes, se desgañitó la garganta gritando consignas como ésta: "¡La lucha es el único camino!".