Cumple diez años y el que viene será especial: habrá actividades para los niños de la barriada de La Paz de enero a diciembre, doce meses frente a los ocho con los que empezó. Y el Ayuntamiento hace balance de un programa que se ha moldeado con el tiempo y las circunstancias y seguirá haciéndolo, el que incide en la Zonas con Necesidad de Transformación Social (ZNTS).

Antes del 98, un programa municipal contra el absentismo que ofrecía fórmulas a los pequeños para emplear su tiempo libre de forma provechosa demostró la eficacia de esta fórmula, que fue calificada como vanguardista en la materia por el Defensor del Pueblo Andaluz. Tras un minucioso estudio, el Ayuntamiento decidió continuar esa línea pidiendo a la Junta que declarase La Paz, una de las zonas con mayores riesgos de exclusión, como ZNTS, lo que llevó el dinero autonómico a una iniciativa que quiere combatir el riesgo de marginalidad con las armas de la educación, la formación y la pedagogía del ocio.

La idea que siempre se ha mantenido es la de educar de forma transversal a través de la pedagogía del juego. "La experiencia ha ido convirtiendo a este programa en un verdadero proyecto de i+d en el que se ha prestado atención a los menores y sus familias", describe la teniente de alcaldesa delegada de Familia, Mercedes Colombo. El programa, desde sus inicios en 1998, ha evolucionado. Por aquel entonces era como una sucesión de pequeños programas: de salud bucodental, de hábitos educativos, actividades escolares, escuela de verano... Terminaba uno y empezaba otro, y así hasta completar los meses que duraba entonces.

Esto cambió en 2002, cuando se decidió hacer un programa único de mayor duración centrado en la intervención en los menores de la zona y actividades para sus familias. Se focalizó más que nunca en la filosofía de la educación a través del juego y el ocio hasta 2005, cuando sufrió la última transformación hasta la fecha: se amplió el espectro de actividades y de profesionales dedicados al mismo.

En la actualidad está formado por cuatro áreas diferentes, pero con concepto de bloque, que se simultanean de forma que se ofrece a los niños un amplio paquete de actividades. La primera es la de habilidades sociales, que trabaja muchos objetivos con un método común, el juego. Aquí se incluyen actividades como talleres, juegos, salidas, excursiones y campamentos. Durante este tiempo se han realizado 35 campamentos, 45 excursiones, 150 salidas por Cádiz y 160 sesiones de talleres. Los campamentos de verano son las actividades más esperadas (los niños van a Huelva, Almería, Málaga, a la Sierra...) y los menores de entre 13 y 16 años disfrutan de viajes a ciudades como Valencia, Madrid o Barcelona.

La siguiente área es la de apoyo escolar. A la vista del escaso éxito académico de los participantes en el programa, se decidió introducir este recurso para suplir en lo posible las carencias académicas.

Este apartado del programa es financiado en exclusiva por el Ayuntamiento, pese a que lleva tres años pidiendo ayuda a la Junta, lamenta Mercedes Colombo.

Un tercer grupo de actividades es el de las deportivas. Tras muchas experiencias puntuales, se crea el área para ofrecerlas semanalmente: hay cuarenta sesiones de este tipo al año. El último bloque son las actividades para familiares; en la actualidad se programan cursos de manualidades y pintado de abanicos y cursos de iniciación a la informática en colaboración con el Instituto de Fomento, Empleo y Formación. Y es que por el que se denomina en su conjunto Programa para el Desarrollo de Hábitos Socioeducativos Saludables de los Menores y sus Familias han pasado ya 300 adultos y 1.300 niños.