Memoria Histórica

La travesía legal hacia la exhumación de García Lorca

  • La Universidad de Granada ya ha planificado la recuperación del cuerpo del poeta

Todo está preparado. La exhumación de los restos de Federico García Lorca está a la espera de una orden judicial. La identificación de los restos del poeta fusilado pondrá fin a los misterios, bulos y rumores que se ciernen sobre sus últimas horas. Y también a la larga lucha de dos familias -los Galindo y Galadí- por dar una sepultura digna a sus abuelos, asesinados con Federico y el banderillero Joaquín Arcollas Cabezas hace ya 72 años.

La decisión de los herederos de Lorca de no oponerse a la excavación constituye un impulso para que el controvertido proceso llegue a buen puerto. A la espera de que esto ocurra, la Universidad de Granada y la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) -impulsora de la iniciativa junto a las familias Galindo y Galadí, así como el investigador Ian Gibson y el periodista Francisco Vigueras- ya tiene perfilado un minucioso plan.

Un equipo compuesto por arqueólogos, antropólogos, geofísicos y genetistas acometerían el proceso que, en palabras del científico Miguel Botella, sería "largo". La delimitación de la fosa con un georradar -destinado a detectar los movimientos de tierra- sería abordado por el Instituto de Geofísica. Después llegaría la propia excavación y la limpieza de los huesos. Pero antes de llevarlos al laboratorio, los científicos estudiarán los restos para recoger datos. Aunque normalmente con el estudio antropológico se puede identificar un cuerpo con certeza, a veces se recurre al análisis de ADN para la confirmación. La operación correría a cargo de Botella, que coordina el Instituto de Antropología Física. Este proceso, que duraría un par de meses, llegaría a su fin en el momento en que los restos sean entregados a los herederos.

Nieves Galindo, la nieta del maestro de Puliana, pretende dar sepultura a su abuelo en esta localidad. Los Lorca ya han dejado claro su intención de no mover los restos de Federico del barranco de Alfacar, donde hoy existe un parque con el nombre del poeta.

Aunque la identificación de cada desaparecido costaría de media unos 6.000 euros, la recuperación de los cuerpos de Galindo y Galadí sería mucho más costosa. El presupuesto supera los 30.000 euros, ya que habría que poner en marcha "una gran estructura de privacidad" para mantener el derecho a la intimidad, según explica el presidente de la ARMH, Francisco González.

Estas "estructuras de seguridad y privacidad complejas y costosas" hacen que la asociación no puedan afrontar el proceso, más aún teniendo en cuenta que se excavaría en dos localizaciones: el parque Federico García Lorca de Alfacar y en el paraje de olivos que hay 430 metros al sureste de este punto, antes del Caracolar.

La pregunta que se plantea entonces es quién hará frente al coste, una cuestión que la Ley de Memoria Histórica no aclara. La norma, que tiene un año de vida, no contempla la dotación de medios para el desarrollo de las actuaciones. En palabras del letrado Rafael López Guarnido, "no marca un camino de actuación claro".

En Andalucía, según precisa Botella, aún no está estipulado quién va a subvencionarlo. Podría ser la Junta o los ayuntamientos, así como entidades privadas. Y es que -y en esto coinciden los expertos en la materia- la ley "tiene voluntad pero se queda a medio camino", dejando el campo abierto para que sean otras instituciones quienes lo hagan.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios