Cuando no llueve en invierno, el campo está seco, hay mucho pasto y se espera un verano de incendios. Los años de muchas precipitaciones el campo está más verde en verano y dicen que arde más rápido. Parece que no hay año bueno, pero la realidad es que poco importa el clima cuando detrás de más del 90% de los incendios forestales está la mano del hombre, ya sea de forma intencionada o a causa de negligencias.

El clima afecta y mucho, sobre todo en la extinción, pero una de las causas principales de que la superficie quemada se haya reducido hasta una extensión ínfima en los últimos años es la labor de prevención realizada por el Plan Infoca, cuyos trabajadores además de encargarse de la extinción de los incendios forestales, realizan una importante labor de prevención durante todo el año, no sólo en la temporada de verano.

El Infoca es uno de los planes específicos de emergencias y se encarga de coordinar y organizar todos los recursos con los que cuenta la Junta de Andalucía en las ocho provincias para la lucha contra los incendios forestales. Marco Antonio Tena, subdirector del Plan Infoca en Cádiz, destaca que, dado el tamaño de la comunidad, permite que se tengan una gran cantidad de recursos disponibles en caso de emergencia. Para Tena, "uno de los éxitos del plan es la coordinación entre las provincias" y añade que "esto posibilita que, en la mayoría de incendios, normalmente no necesitemos medios estatales".

Para el Plan Infoca, sin embargo, lo más importante es evitar el mayor número de incendios posibles. "El mejor incendio, claro, es el que no sale". Para ello, desde los tres centros de Defensa Forestal (Cedefo) con los que cuenta la provincia de Cádiz en Alcalá de los Gazules, Algodonales y el Estrecho, se llevan a cabo tareas preventivas a diario.

Es mediodía en el centro de Alcalá de los Gazules, y los bomberos forestales se preparan para recibir talleres de formación después de una mañana de maniobras. Aunque no haya incendios, se enfundan a diario el traje de trabajo y realizan maniobras para estar constantemente preparados y en contacto con su actividad. Además de estos retenes en labores de entrenamiento hay otros en rutas y caminos forestales para vigilar el estado de las zonas más proclives a sufrir incendios. Esta es una de las acciones más importantes para prevención, ya que el principal cometido es el de mantener y conservar en buen estado los caminos para, ante una posible emergencia, facilitar las labores de extinción.

Según Jose Luis Vila, técnico de supervisión, "el trabajo en esta provincia es especial porque contamos con una de las zonas más sensibles de España en la lucha con el fuego, el Campo de Gibraltar". De hecho, el incendio más importante este año ha sido el de La Línea el mes pasado, que se complicó por la falta de planes de autoprotección en las urbanizaciones cercanas a campos forestales. La zona de la costa, al contar con una mayor población, es el punto más sensible, pese a que la Sierra de Cádiz es una territorio con más áreas forestales. Pero, como explica este técnico del Infoca "la sierra es una zona tranquila con respecto a incendios porque la gente vive del medio".

Los vientos son otro factor determinante en la planificación del trabajo en Cádiz. Cuando sopla el levante, aumenta el riesgo en la Bahía de Cádiz, mientras que con el poniente donde hay que poner más celo es en el Campo de Gibraltar. Así que hay que estar muy atento a las predicciones para organizar en la provincia gaditana el número de retenes en un lugar u otro. Tena explica que como los vientos pueden cambiar a lo largo del día, esto también conlleva que se tenga que reorganizar la distribución de los efectivos encargados de la vigilancia de un momento a otro.

Al igual que la organización de las labores de vigilancia cambian de un día para otro, el subdirector del Infoca en Cádiz afirma que no se puede dar una previsión de como puede evolucionar el verano. Hasta ahora, este 2016 se está desarrollando sin muchos problemas, gracias en parte a que muchos avisos se quedan en conatos de incendio.