"Me da que alguno, más que saber la verdad, lo que pretende es dañar al adversario a cualquier precio, perseguirme a mí que no estaba en el Gobierno entonces". Ése es el diagnóstico que hizo ayer la presidenta de la Junta, Susana Díaz, acerca de su cada vez más que posible comparecencia ante la comisión de investigación que el Parlamento celebrará sobre el caso de los cursos de formación. Díaz regresó a la actividad tras su baja por maternidad, y se ha encontrado con un asunto en el que no encontrará ni carantoñas ni mimos.

Muy al contrario, la jefa del Ejecutivo ve persecución y ganas de hacerle daño en quienes requieren de su presencia en esa comisión. O sea, aunque con matices, en casi todos los grupos que integran la Cámara excepto -obviamente- el suyo. Díaz detalló a los periodistas que la comisión tratará desde 2002 a 2011 y que ella llegó al Gobierno de Andalucía en mayo de 2012 y a la presidencia en septiembre de 2013. La líder socialista, que dijo ser "respetuosa" con decisión del Parlamento sobre su comparecencia, recordó que el PSOE votó a favor de la comisión y reflexionó sobre qué vota el PP en otros parlamentos "cuando se planteen investigar lo mismo que sucede en Galicia, Madrid o en Valencia" porque, "como dice el Tribunal de Cuentas, parece que lamentablemente ha sucedido en toda España". En este sentido, Díaz llamó la atención sobre "los cambios de actitud de algunos" que "denotan que hay unas elecciones inminentes".

El PP lo tiene claro. Para su portavoz en el Parlamento, Díaz "ha sido presidenta de la Junta y consejera de Presidencia en años que serán objeto de investigación por la comisión creada en el Parlamento andaluz sobre los cursos de formación". Según Rojas, "Díaz tiene comparecer en la comisión como máxima responsable del Gobierno andaluz y explicar a los andaluces por qué la Junta ha ocultado información al Parlamento, no ha colaborado con la justicia y lleva tres años con las políticas de formación paralizadas".

El portavoz popular se preguntó "cuál es el miedo de Díaz a comparecer en el Parlamento" y afirmó que "el intento inútil de separar en el tiempo sus responsabilidades en el Gobierno y las presuntas irregularidades no hacen más que incrementar las sospechas de que hay cosas que Díaz no quiere contar al Parlamento". Rojas hizo hincapié en que Díaz era presidenta de la Junta "cuando en junio de 2014 llegaron al Consejo de Gobierno los informes de la Intervención de la Junta de Andalucía que alertaban de graves irregularidades en los cursos de formación. Tendrá que explicar en la comisión por qué no hizo nada y tapó esos informes".

Desde las filas de IU-CA, su coordinador general y portavoz parlamentario, Antonio Maíllo, afirmó que su grupo pedirá la comparecencia de Díaz en la comisión si sirve para "clarificar" lo ocurrido, "y no propondremos que vaya si no es relevante su presencia". No obstante, pidió "que se constituya" la comisión antes de abordar quién debe comparecer.

En una entrevista en la Cadena Ser, Maíllo reclamó que la comisión aborde la búsqueda de la verdad "desde un cierto rigor", toda vez que entiende que su creación está justificada por las "insuficientes" explicaciones del Gobierno sobre este asunto.

Maíllo agregó que las comisiones de investigación deben "normalizarse", al tiempo que exigió evitar que se convierta en un "circo", ya que, cuando aún no ha tocado decidir quién tiene que comparecer en la misma, "ya se están tirándose las flechas".