Una de las jornadas cofrades más esperada de la Semana Santa malagueña es, sin duda, el Jueves Santo. En este día salen hermandades de la talla e historia como Viñeros, Vera Cruz o la Esperanza. También hay otras corporaciones que son muy curiosas de seguir como Zamarrilla o Mena. Esta última es conocida en todas partes por su vinculación con la Legión, teniendo lugar uno de los actos más llamativos de la Semana Santa de Málaga.

Hasta completar las ocho procesiones que forman parte del Jueves Santo de Málaga, también es el día de la Sagrada Cena, que conmemora su centenario fundacional; la Santa Cruz y Misericordia. 

Sagrada Cena

La hermandad celebra en 2024 su centenario fundacional, que culminará con la salida extraordinaria de la Virgen de la Paz el próximo mes de julio. Además, las túnicas de San Pedro y San Mateo, ambas de estreno, obras del taller de bordados de la hermandad.

Las dimensiones de ambos tronos y la dificultad de las curvas antes de entrar a la tribuna principal son grandes atractivos de la jornada. Es muy recomendable también el paso la hermandad de la Cena por las calles Casapalma y Cárcer, donde se enlaza varias marchas.

Santa Cruz

Esta Hermandad de la Santa Cruz se constituye a principios de la década de los años 80, gracias a un grupo de jóvenes de la Cofradía de Pollinica, como asociación privada de fieles, no siendo hasta 1995 cuando recibe la definitiva erección canónica. Cuenta desde hace unos años con un nuevo titular, el Cristo de la Victoria, obra de José María Leal. Como curiosidad, la cruz guía que abre el cortejo de nazarenos incluye a uno de los Sagrados Titulares de la corporación, la Santa Cruz.

Para ver a esta hermandad, búsquela a la ida por calle Guerrero, recién salida la cofradía. El poco público que se concentra en la zona posibilita ver con mayor recogimiento la procesión. Otro de los momentos íntimos y recogidos es la Estación de Penitencia en la Catedral

Viñeros

Una hermandad muy ligada desde sus inicios al gremio de viticultores malagueños, de donde procede la insólita advocación de la imagen del Señor. De la mano del Nazareno cuelga cada año la llave del Sagrario de la iglesia de Santa Catalina, su sede canónica, tras una concesión que realizó a la hermandad el papa Pío VI en el siglo XVIII.

Existen varios puntos interesantes para ver a la cofradía. Desde la calle Carretería hasta el paso por la parroquia de los Santos Mártires. También tiene un significado especial la Estación de Penitencia.

Vera Cruz

El crucificado es la talla procesional más antigua de la ciudad. Deteriorado tras la contienda civil, sus restos fueron colocados en la trascapilla de la Exaltación, quedando ocultos. Fueron descubiertos tras la reforma llevada a cabo en los años 80 como consecuencia del incendio en la capilla. Se recompone y es en 1991 cuando se decide su recuperación.

Recogimiento es la palabra que define el paso del Vera Cruz por las calles Muro de las Catalinas y Arco de la Cabeza. Calles estrechas y silencio al paso de este titular de las Reales Cofradías Fusionadas.

Zamarrilla

La rosa que porta la Virgen en su pecho hace alusión a la leyenda del bandolero Zamarrilla. Este, según la leyenda, se refugió debajo del manto de la dolorosa en su huida de la justicia. Luego, regalaría una flor blanca en forma de agradecimiento que se tiñó de rojo al clavarla en el pecho de la Virgen.

La llegada de la cofradía de Zamarrilla al centro de la ciudad, atravesando la calle Mármoles y puente de la Aurora, es de los momentos de mayor atractivo del Jueves Santo. A primeras horas de la madrugada del Viernes Santo, pueden acercarse hasta calle Carretería

Mena

A pesar de la desaparición de la talla original del Santísimo Cristo de la Buena Muerte (del que la Congregación conserva una pierna), el sobrenombre de Mena se mantiene gracias al crucificado que dio origen a esta devoción. Acompaña durante la procesión la Legión española, de la que es protector el Cristo de la Buena Muerte.

El encuentro de la Congregación de Mena con las Hermanitas de la Cruz en Plaza de Arriola es uno de los puntos destacados en el recorrido de la hermandad. De regreso a la casa hermandad, el entorno del Mercado de Atarazanas y el puente de la Esperanza son puntos donde ver con mayor tranquilidad la cofradía.

Misericordia

La talla de Jesús de la Misericordia es conocida popularmente como “El Chiquito”. Al representar una de las caídas de Jesucristo en su ascenso al Calvario, la talla da la impresión de ser de tamaño reducido. Sin embargo, si se incorporase alcanzaría los 1,80 metros de altura. También, el palio de la Virgen del Gran Poder es el más antiguo de la ciudad.

El mejor punto para ver a la hermandad es el discurrir por el barrio. La cofradía de la Misericordia por calle Ancha del Carmen, tanto de ida como de recogida, nos regala estampas añejas del barrio del Perchel. El barrio siempre vuelve y se viste de fiesta para despedir a los Titulares y, de madrugada, recibirlos de nuevo.

Esperanza

Todo el camino de este cortejo se alfombra con romero, que bendicen los titulares al pasar sobre el mismo. Por primera vez este Jueves Santo, tocará una banda de cornetas, la propia de la archicofradía, durante todo el recorrido tras el Nazareno del Paso.

El barrio del Perchel recibe en las primeras horas de la noche al Nazareno del Paso y María Santísima de la Esperanza. Uno de los momentos más bellos que nos regala el Jueves Santo es el paso de la hermandad por calles de su barrio como Huerta del Obispo, Agustín Parejo y Llano de la Trinidad, este último un espacio ideal para contemplar el cortejo.