Semana Santa

Huelva sueña con otra Semana Mayor el Viernes Santo

El Santo Entierro en la plaza de San Pedro.

El Santo Entierro en la plaza de San Pedro. / Clara Carrasco

La Semana Santa se apagó y ahora solo queda soñar con otro Domingo de Ramos. Una semana en la que Huelva lo dio todo, arropando a todas las hermandades en su estación de penitencia. El olor a incienso en las calles se disipó y los nazarenos colgaron sus hábitos que aguardarán impacientes hasta el año que viene. La Carrera Oficial se cerró y las calles engalanadas vuelven a la normalidad después de que los costaleros dejaran su rachear por cada rincón de la ciudad. La Semana Grande fue plena, el sol y los cielos despejados fueron los protagonistas y todas las cofradías pudieron salir de sus templos con una ilusión desbordada.

El Viernes Santo Jesús murió en la cruz mientras su madre le lloró acompañándole en su caminar. Huelva se vistió de luto, La Fe, Descendimiento, La Soledad y Santo Entierro fueron las encargadas de cerrar el paso de las cofradías por el centro. El paso fúnebre inundó el corazón de los cofrades, donde reinó la melancolía por el final de la semana que se vivió de una forma muy intensa.

La Fe fue la encargada de inaugurar el día saliendo desde la parroquia de Santa María Madre de la Iglesia situada en el barrio de Víaplana, que le siguió durante su recorrido. La devoción estuvo muy presente y cuando el misterio se posó en la calle, el capataz le dedicó la primera levantá a todos los vecinos. La Virgen de la Caridad asomó por el dintel del templo para acompañar a su hijo, amenizada por la Banda Municipal de Villalba de Alcor. Su recorrido gozó de solemnidad durante su paso por el pasaje del Cristo de la Sangre, mientras que su barrio esperaba su vuelta a casa para recibir a la cofradía con los brazos abiertos.

La hermandad de La Fe en Isla Chica. La hermandad de La Fe en Isla Chica.

La hermandad de La Fe en Isla Chica. / Rafa García

La hermandad del Descendimiento fue la segunda en salir desde la iglesia de San Pedro. El misterio, que representa el momento en el José de Arimatea y Nicodemo bajan a Cristo de la cruz ante María Magdalena, bajó por el porche de la iglesia para encaminarse al paseo Santa Fe hasta su llegada a la Carrera Oficial. La Virgen de la Resignación sigue a su hijo en su palio con los bordados de media luna en las bambalinas. La Virgen llora la muerte del Señor y la Banda Sinfónica del Liceo de Moguer le ameniza su camino de amargura. Las puertas de San Pedro se cerraron hasta el año que viene después de que tres hermandades pasaran el dintel de la puerta del templo.

La hermandad del Descendimiento en el porche de San Pedro. La hermandad del Descendimiento en el porche de San Pedro.

La hermandad del Descendimiento en el porche de San Pedro. / FRAN ÁLVAREZ

La Soledad partió de la Concepción, que todavía guardaba la emoción de la Madrugá. El silencio por la soledad de María fue el protagonista del recorrido en el que se puede observar su recogimiento con una hermandad formada por unos cien nazarenos. Las promesas caminaban tras ella y la cofradía derrochó solemnidad por las calles estrechas del centro de Huelva. El paso estrenó la peana con los ángeles custodios, el dorado del canasto y un rostrillo del siglo XVIII con bordado francés.

La Soledad sale de la parroquia de la Concepción. La Soledad sale de la parroquia de la Concepción.

La Soledad sale de la parroquia de la Concepción. / ALBERTO DOMÍNGUEZ

El Santo Entierro fue el último en echarse a la calle desde la Ermita de la Soledad. La Virgen de las Angustias, acompañada por la banda de Música Juvenil de la Cruz Roja de Sevilla, iba exornada con fresías, calas y rosas. Detrás de ella, el Santo Entierro de Cristo, en el que el Señor yace muerto avanzando en un riguroso silencio. Por último, el palio de Soledad de María al que le tocó la Banda Sinfónica Municipal de Huelva durante su recorrido. Con ellos, una representación de todas las hermandades acompañaron a la cofradía, que fue la encargada de cerrar la a Carrera Oficial de Huelva de la Semana Santa de 2023.

Los cofrades seguirán disfrutando de la esta semana todo el año, a la que todavía le queda ver al Señor resucitado por el barrio de La Hispanidad. Huelva dice adiós y aguarda a la Coronación de la Virgen de la Amargura, en la que el incienso volverá a la ciudad el 17 de junio. 

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