Málaga

Una Noche en Blanco mágica

Una de las actividades que se desarrolló en calle Larios en la Noche en Blanco.

Una de las actividades que se desarrolló en calle Larios en la Noche en Blanco. / EFE

Cae el sol y ella toma un rotulador de color verde. Se queda unos segundos ensimismada y escribe pausadamente una nota en una de las hojas blancas que conforman el muro de notas del colectivo Luzinterruptus, en la Alameda Principal. Este se asemeja a un cubo enorme de folios por escribir, con historias por recordar… Comienza el recorrido y Miriam Pérez lleva en la mano el cuaderno editado este año para La Noche en Blanco. Como reza en la portada, “la magia está dentro” y es difícil perderse por sus páginas. “¡Cuántas cosas por hacer!”, comenta a Málaga Hoy mientras enseña esos lugares que forman parte de su ruta esta noche del 18 de mayo. Ella es una malagueña más, como otros cientos que pasean esta noche por la avenida, gente que ha decidido disfrutar de algunas de las más de 150 actividades que forman el programa este año y, para sacarle partido, ha anotado sus favoritas.

De la inicial, en apenas unos minutos, es posible trasladarse a la década de los 80 al ritmo de canciones de la Orquesta Mondragón, Los Secretos o Mecano, con la Orquesta del Teatro del Soho amenizando la velada en la plaza de la Marina. A apenas 400 metros, en la plaza de las Cadenas, en la Catedral de Málaga, un viaje fugaz al siglo XIX para escuchar piezas de Schumann. Y es que la Noche en Blanco va de esto, de hacer “chas” y de repente encontrarte ante cuadros de Picasso mientras a unos minutos de distancia se representa El Galán Fantasma, promovida por la Sociedad Económica de Amigos del País - Amad Teatro, una adaptación de la obra de Calderón de la Barca. Magia por las calles, sorpresas al asomarse a una esquina y una temperatura perfecta para dejarse llevar por lo que numerosas organizaciones, colectivos, entidades y asociaciones han preparado para sorprender a grandes y pequeños.

Pompidou durante la Noche en Blanco. Pompidou durante la Noche en Blanco.

Pompidou durante la Noche en Blanco. / Carlos Guerrero

Este detalle es clave: planes para toda la familia, para satisfacer a niños y a adultos, con propuestas tanto para amantes de la tradición como para quienes gustan de impregnarse de las tendencias más innovadoras en lo que respecta a música, arte o escena se refiere. En paralelo, museos y galerías que abrieron sus puertas para conmemorar el Día Internacional de los Museos, con numerosas personas deseando apostarse ante el Mosquetero con espada de Picasso o frente a creaciones de grandes de la pintura universal, como Rembrandt, Van Gogh, el Greco, Goya o Dalí. “Es una oportunidad única y queríamos aprovechar también lo mágico que resulta venir por la noche”, explican un grupo de jóvenes esperando para poder pasar.

Planes para todos

Mientras se produce la conversación, de nuevo la magia: Superman, Catwoman, Capitán América y Batgirl cruzan decididos la plaza del Obispo. “Pero bueno, ¿dónde irán?”, comentan algunos. Al paso, unos cuantos niños los miran ensimismados así que, si de vivir el momento como se trata, hay que seguirlos. Ellos deberían formar parte de La nochecita en blanco. Sí. Seguro. Y dicho y hecho, una animación en plena calle que sorprende a peques y no tan peques. Esta nochecita es una de las iniciativas que más peso ha ido ganando edición tras edición. Los niños cuentan así con una parte del programa de actividades que suma enteros y genera muchas caritas de felicidad.

El Museo Interactivo de la Música, el colegio Maristas, el hotel AC Málaga Palacio o la escuela infantil Novaschool Málaga Centro han sido algunos de los espacios donde se han sucedido iniciativas para niños y niñas. Talleres de manualidades, cuentacuentos, pintacaras, música... Imposible dividirse así que igualmente en el caso del público infantil ha sido necesario, para determinadas acciones, inscripción previa para asistir a ellas.

La noche prometía y vaya si cumplió. Así, desde las 8 de la tarde que dio el pistoletazo de salida, con la inauguración protagonizada por Francisco de la Torre, hasta la 1 de la madrugada que ha sido un no parar de ir y venir de personas de un lado para otro. Entre los platos fuertes de esta convocatoria, el concierto de La Guardia, que venía a Málaga de manos de Atardeceres Larios. La plaza de la Marina volvía a convertirse así en escenario de música pop española reuniendo a fans de siempre del mítico grupo, que dejó a todos con buen sabor de boca interpretando algunos de sus grandes éxitos.

La cultura y el arte en la exposición de Carlos Cruz-Díez, en el Pompidou. La cultura y el arte en la exposición de Carlos Cruz-Díez, en el Pompidou.

La cultura y el arte en la exposición de Carlos Cruz-Díez, en el Pompidou. / Carlos Guerrero

Las notas pop y clásica no han sido las únicas que han puesto la banda sonora al programa. En el recinto Eduardo Ocón, entre otros, han salido a escena jóvenes formaciones de rock mientras que un violinista de apenas 10 años, Antonio Ortiz, ha sorprendido a todos los presentes. Este ha interpretado piezas pertenecientes a las películas de Harry Potter, alternando estas con composiciones de Mozart. Podría creerse que es magia, pero no, es pasión y esfuerzo el de este chico que, pese a su juventud, muestra un gran talento.

Si bien el mayor número de las actividades se han desarrollado en el centro histórico de la ciudad, merecía la pena moverse aprovechando lo agradable de la temperatura para llegar a otros puntos de la urbe. Cerca del epicentro de los conciertos y las artes escénicas, en Muelle Uno, el Pompidou, que se sumaba a la Noche en Blanco y al Día de los Museos para dejarse ver unas horas más. Hasta cuatro propuestas, en colaboración con la Agencia Pública para la Gestión de la Casa Natal de Pablo Ruiz Picasso. Aquí, la exposicion El color en movimiento, de Carlos Cruz-Diez, el espacio taller Inside Matisse o el Proyecto Luz. Hacia la Málaga Este, rumbo al Auditorio Edgar Neville de la Diputación de Málaga, donde se representó la obra Las Princesas no son como las cuentan. Igualmente la Sa Joaquín Elejar del Colectivo Cultural Maynake, que fue escenario de una de las creaciones más representadas de Shakespeare, El sueño de una noche de verano.

Actuaciones de música en la Noche en Blanco. Actuaciones de música en la Noche en Blanco.

Actuaciones de música en la Noche en Blanco. / Carlos Guerrero

En definitiva, mil y un planes, magia para organizarlos, un poquito de práctica para sacar partido a las actividades y elegir bien aquellas a las que asistir. Porque una noche no da para tanta creatividad y genio, está claro. Y entre concierto, exposición y taller hay que parar a tomar algo y aprovechar la ocasión para sentarse a la mesa de bares y restaurantes de la capital.

Las terrazas lucieron llenas. Tapas para un lado, raciones a otro. Una noche redonda para la hostelería, para malagueños y visitantes que han encontrado seguro lo que mayoritariamente buscaban: pasar un rato en buena compañía, en una ciudad que es ya referente cultural y con una organización que consiguió dejar al público con ganas de más.

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