Córdoba CF - Málaga CF | El otro partido

El Córdoba CF se reencuentra con El Arcángel de las grandes citas

Ambiente de excepción en El Arcángel antes del Córdoba CF - Málaga CF.

Ambiente de excepción en El Arcángel antes del Córdoba CF - Málaga CF. / Miguel Ángel Salas

Una fiesta del fútbol andaluz. El derbi entre el Córdoba CF y el Málaga generó un ambiente con sabor a otra categoría. Un total de 19.233 espectadores estuvieron presentes en El Arcángel, que batió la mejor entrada del presente curso y recuperó sus mejores galas en una cita de alto voltaje. Además, las dos aficiones animaron, sufrieron por momentos e incluso fueron de la mano en un día para el recuerdo.

Sin localidades desde el pasado miércoles, el Córdoba CF logró batir el registro de 15.813 espectadores presentes ante el Real Madrid Castilla con los más de 19.000 que estuvieron este domingo en El Arcángel en el duelo que enfrentaba al segundo clasificado contra el cuarto. La cercanía de ambas ciudades y el horario del partido hicieron que el cóctel fuera insuperable.

Antes del partido, hubo hermanamientos entre las dos aficiones. Incluso la malaguista hizo una quedada para ir desde la cercana Plaza del Moreal hasta el estadio cordobesista. Más de 2.000 aficionados malacitanos, situados en todas las partes del campo -hay muchas amistades de uno y otro equipo entre ambos clubes-, arroparon a su equipo en una batalla en la que soñaban con acercarse a la segunda plaza.

Con el recinto del Arenal con los preparativos de las casetas de la Feria de Nuestra Señora de la Salud, la apuesta era comer pronto e ir al estadio para no aguantar unas colas que se generaron igualmente. Tras la vetusta tribuna de El Arcángel, los aficionados aguardaban con paciencia para poder entrar en hora al partido -algunos no lo consiguieron y se perdieron los primeros minutos por apurar tanto-.

A falta de casi media hora para que arrancase el encuentro, las gradas de El Arcángel ya empezaron a coger el colorido de los partidos importantes. El cordobesismo sabía que era el día para estar junto a los suyos. Y lo demostró desde que saltaron a calentar los de Iván Ania. Los blanquiverdes y los albiazules se entremezclaban y disfrutaban de un ambiente que no es de Primera RFEF sino de fútbol profesional, a dónde quieren ir estos dos clubes históricos.

Para salir del pozo de esta tercera categoría del fútbol nacional, la unión con la grada es clave y ahí el Córdoba CF tiene mucho ganado porque va en volandas. El himno cordobesista rugió como nunca y fue el espaldarazo necesario para ir a por algo más de tres puntos que había en juego. Incluso hubo tiempo para disfrutar entre las dos aficiones, un hecho que muchas veces se echa de menos en el fútbol actual.

El partido fue emocionante, vibrante y las aficiones no pararon de animar a los suyos. A los malaguistas también se les llegó a escuchar, pero el gol de Albarrán desató la locura entre el cordobesismo. Ese tanto fue la inyección necesaria para que los aficionados locales sufriesen y alentasen hasta el final a los suyos. La parada de Carlos Marín en la última acción del partido hizo el resto. Hubo alivio y también felicidad porque los tres puntos se quedaron en casa. La segunda plaza está a tiro ya para un Córdoba CF que equilibró sus números de casa con los de fuera.

Los aficionados locales se fueron alegres y con el buen sabor de boca de los tres puntos, pero estrecharon la mano de sus amigos malagueños, algo más cabizbajos por irse de vacío a Málaga. La comunión fue perfecta y El Arcángel recuperó esa magia necesaria en un momento de la temporada que es clave para luchar por volver al fútbol profesional, como el ambiente que se respiró este domingo en el coliseo cordobesista.   

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios